Que bonito es aportar cuando el dinero no es de uno.


Que bonito es aportar cuando el dinero no es de uno. 

Que bonito rehabilitar una Iglesia que dicen que se cae cuando en el pueblo de Jerez y mal llamado ciudad los  que se caen son sus habitantes de hambre, miseria, impotencia, ansiedad y locura por no saber como salir hacia a la luz, una luz más bien siniestra como si de una película de terror se tratara, la que se ha hecho realidad y no ficción en este pueblo. Un pueblo que su Ayuntamiento ha metido a dedo a unos y a otros y siguen metiendo porque le toca, como en el Juego de la Oca, pero fastidiando a un monto de buenas personas que han tenido que emigrar como aves a otro sitio, pero en este caso mejor, sin saber cuando volverán, sin saber si en un futuro tendrán que tirar de la familia para llevársela fuera, porque volver a este pueblo es como si todo se hubiera parado en el tiempo, en un tiempo de caciques y el que no lo es juega a ello, sin ningún futuro a la vista, sin empresas que medio se porten bien, sin alcaldes que se preocupen un carajo de la ciudadanía y con un montón de tontos de capirote que por mediación de las cofradías lo han enchufado en un Ayuntamiento el cual todos pagamos,¿como estos capillitas van hablar?, si son ellos los que tendrían que estar fuera y no esas criaturas que han marchado a un nuevo mundo en busca de que alguien los rehabilite en vez de a una Iglesia.

Seguro que Jesucristo se interesaría antes por su pueblo que en algo que se va a rehabilitar por pura política. Pero esto es lo que hay, no hay nada más.


Jesús atado a la columna de la Capilla del Museo.


Portentosa y poco conocida para muchos capillitas es esta imagen que posee la Hermandad del Museo.

 La imagen es de Jerónimo Hernández , de madera policromada y mide 1,63 mts. que se puede fechar hacia 1583, la cual tuvo en otro tiempo un sudario esculpido y se lo quitaron para colocarle uno de tela, el cual no pega ni con pegamento. Esperemos que algún día no muy lejano vuelva a tener un sudario esculpido.

Jesús atado a la Columna del Museo de Bellas Artes de Sevilla.


Magnífica y grandiosa imagen gótica realizada en terracota  del siglo XV, de Pedro Millán, que conserva el Museo de Bellas Artes.

La imagen se encontró curiosamente en la Catedral de Triana Santa Ana durante la restauración de la Parroquia en Julio de 1971, la que apareció bastante destrozada en el basamento de un retablo. Imagen que merece ser vista con atención por su fino y elegante estilo, la cual seguro serviría para inspiración de otros artista que hicieron una imagen con igual advocación.

El Cautivo de San Ildefonso de Sevilla.


El Cautivo de San Ildefonso es sin duda una de las imágenes más venerada de Sevilla, solo hay que ver sus colas durante los primeros Viernes de Marzo que llegan hasta la Alfalfa. Imagen que según varios historiadores la datan del siglo XVIII, mientras otros la ponen en el XVII.

La imagen del Cautivo estuvo primitivamente en el convento de los Trinitarios Descalzos. Pero siendo la Iglesia presa de la ira revolucionaria en Octubre de 1868, fue trasladado el Señor a Santa Marina y de aquí a la Iglesia de San Hermenegildo, donde se recuperó la devoción hasta ser nuevamente trasladado para quedarse definitivamente en San Ildefonso un 26 de Marzo de 1909, tras una petición al beato Spínola.



Plaza de la Encarnación de Sevilla.


Plaza que se llamó morillos por algunos moros que venían sirviendo en la Reconquista al rey San Fernando, construyéndose en el siglo XVI  el Convento de la Encarnación. 

Es en 1810, cuando el rey José Bonaparte, monsieur Mayer, elaboró el proyecto de un edificio para Mercado de Abasto, que el Ayuntamiento aceptó y expropió el convento a las monjas, las que se fueron a residir a la Plaza Virgen de los Reyes. Estando este mercado abierto hasta 1973, que se derribó por completo.

Calle Eduardo Dato de Sevilla.


Calle que se llamó Huerta del Rey y en la que estuvo la famosa plaza de toros de la Monumental. 

Es en 1925, cuando se le pone Eduardo Dato en memoria del presidente del Gobierno asesinado en un atentado terrorista por los anarquistas Mateo y  Casanillas en 1921.

Calle Eduardo Cano de Sevilla.


Calle que se llamó muro de San Antonio y en la cual había un postigo que permitía salir de la ciudad a la calle Torneo a los frailes del convento de San Antonio, por privilegio real. 

Cuando se derribó la muralla, pasó a llamarse la calle Eduardo Cano, en memoria del gran pintor que nació en 1823 y que fuera catedrático de la Escuela Superior de Bellas Artes.

Calle Duque Cornejo de Sevilla.


Está calle toma  el nombre del gran escultor Pedro Duque Cornejo en 1870, del cual se pueden ver magníficas imágenes en San Luis de los Franceses.