Juan de Austria.


Un día como hoy 1 de Octubre de 1578, fallece Juan de Austria, hijo natural de Carlos V, quien ganó la Batalla de Lepanto y fue uno de los personajes más fascinante del siglo XVI.
Juan de Austria.


Batalla de Lepanto.

Tu esperanza.


Ya no sólo es amor el que sentimos por Ti, Macarena, es  Esperanza, esa que día a día unos o muchos se empeñan en quitarnos. Esa es la que últimamente más sentimos, la que nos hace noble, humilde, caritativos, buenos, honrados, cristianos y Macarenos, Tu Esperanza.

Hoy no pongo foto, no, simplemente es porque una persona me ha hecho reflexionar.

El azulejo del Cristo de las Misericordias de José Tova.


Bello azulejo y de una grandísima calidad podemos encontrar en el recoleto y poco conocido patio de la Escuela de Cristo, obra del artista José Tova Villalba, quién lo pinto y firmó poco antes de morir en el año 1922.

En el azulejo se representa al Cristo de las Misericordias, el cual aparece coronado de espinas y de fondo unas tinieblas en azul oscuro, donde podemos ver una pequeña luna al lado del INRI. Estando el Crucificado enmarcado dentro de un decorado de cardos y entre ángeles, y como curiosidad comentar, que la fábrica fundada por José Tova Villalba fue la única industria que no estaba en Triana, sino al otro lado en el Campo de los Mártires, barrio de la Calzada.

Una de imbéciles.


Cuando por desgracias abundan más los imbéciles, tarde o temprano caemos en su imbecilización .

Después de la Procesión de Manuel Cabral Bejarano.


Con el título Después de la Procesión es conocido el fantástico cuadro que nos dejara el pintor Manuel Cabral Bejarano en el siglo XIX, el cual se encuentran en una colección particular de Sevilla.

La escena representada en el cuadro describe a dos nazarenos, uno vestido de blanco y otro de negro, en el interior de una taberna en actitud de beber un buen pelotazo o lo que es lo mismo un vaso de vino.

Si se fijan bien en el fondo del cuadro, vemos una ventana por la que pasan unos nazarenos en una procesión. Mientras tanto, los dos nazarenos igual que hoy muchos les importa un carajo, siguiendo ambos en su deporte favorito, "levantamiento de vaso en barra".

Después de la Procesión Cabral Bejarano.

La Capilla de Montserrat.


Reside en la Capilla de Montserrat la Hermandad del mismo nombre, la cual pasó desde su fundación en el siglo XVI, de San Ildefonso a las Iglesias de San Julián y de San Pablo, siendo el 20 de marzo de 1939, cuando se trasladó a la actual Capilla. Una Capilla que anteriormente fue de la Hermandad de la Antigua y Siete Dolores, cedida a cambió de la que poseía en el compás de San Pablo.

La Capilla fue construida por el arquitecto Leonardo de Figueroa, entre 1.704 y 1.710. Es de una sola nave, de planta rectangular, con tribuna a los pies y cubierta con bóveda de cañón con lunetos.

Destaca su portada de ladrillos rojo con tres hornacinas con pinturas al fresco del siglo XVIII, y que restauró muy bien el artista Antonio Díaz Arnido en el año 2009.

Capilla de Montserrat.


La Capilla de Montesión.


La Capilla de Montesión se construyó aneja a la Iglesia del Convento de Santa María de Montesión, de padres dominicos, datando la fundación del Convento en 1559, por cláusula testamentaria de Doña Mencía Manuel de Guzmán, nieta de los Duques de Medinasidonia y Feria. Luego la comunidad de dominicos cedió un terreno a la Cofradía de la Oración en el Huerto el 3 de Junio de 1588, la cual se encontraba establecida en el Hospital de las Cinco Llagas.

Es la Capilla de una  sola nave, cubierta con artesonado con lacerías mudéjares. Esta Capilla fue incendiada y saqueada el 18 de Julio de 1936, salvándose gracias a Dios los titulares por encontrarse fuera, por lo que la Hermandad se estableció en la Iglesia de San Martín hasta el 14 de Diciembre de 1952, que fue bendecido el templo tras su restauración.

Retablo del Camino al Calvario del Convento de Santa María de Jesús.


Curioso es este gran retablo del siglo XVI, siendo el más antiguo del Convento, proyectado por Asencio Maeda y realizado por el conocido Juan de Oviedo el Viejo. Retablo que fue encargado para la Capilla Sepulcral de don Gaspar Lorenzo.

Como dijimos antes, curioso es este retablo del Camino al Calvario, cuyo relieve fue terminado en 1587, y lo es por dos detalles que lo hacen único: el magnífico relieve de Juan de Oviedo, que fue uno de los primeros "relieves de altar" y que luego vendrían muchísimos en el barroco sevillano, y el otro detalle es el Nazareno abrazado a la Cruz por el palo largo al estilo medieval, iconografía que luego se repitió en el arte y que interpretaron artistas como Pacheco y Francisco de Ocampo, con su elegante Nazareno de la Hermandad del Silencio de Sevilla.

Como hemos visto, en cualquier Iglesia o Convento podemos encontrar cientos de curiosidades, el problema es tener tiempo y sobre todo ganas de conocer lo desconocido.

Camino al Calvario de Juan de Oviedo.

Nazareno del Convento de Santa Isabel.


Bonito retablo del siglo XVII vemos en el Convento de Santa Isabel de Sevilla, con pinturas de los Evangelistas de finales del XVII, y unas esculturas de San Pedro, San Pablo y en su centro presidiéndolo la imagen de candelero de un Nazareno, obra realizada en el siglo XVIII.

Retablo del Nazarenoen el Convento de Santa Isabel.

El relieve de Andrés de Ocampo en la portada de la Iglesia del Convento de Santa Isabel.


Se debe la construcción de la Iglesia del Convento de Santa Isabel al arquitecto Alonso de Vandelvira en 1602, quién fue el autor de los planos y también de la bellísima portada principal en el muro izquierdo en 1609. Portada la cual está formada por un vano adintelado, flanqueado por columnas y hornacina, encontrándose un fantástico relieve en el ático del escultor Andrés de Ocampo, autor del portentoso Crucificado de la Fundación de la Hermandad de Los Negritos.

En el relieve de Andrés de Ocampo podemos ver representada la magistral escena de la Visitación, momento en que la Virgen María embarazada va a visitar a su prima Isabel, tras un largo viaje. Encontrándose también las figuras de San José, Zacarías y unos niños, terminado dicho relieve en1609, toda una joya, que nos podemos recrear en ella en la tranquila plaza de Santa Isabel, donde todavía y gracias a Díos no ha entrado el ruido y estrés de la gran Ciudad.

Relieve de Andrés de Ocampo.


La Inmaculada y Santa Clara de Remesal del Convento de Santa Inés.


Bellísimas imágenes de la Inmaculada y Santa Clara podemos ver en el antepresbiterio del retablo mayor del Convento de Santa Inés, obras del primer tercio del siglo XVII, y atribuidas a Juan de Remesal.

 En la  Inmaculada si nos fijamos bien vemos un rostro bastante aniñado y a la vez dulce, la cual forma pareja con la no menos bella Santa Clara también atribuida a Remesal, siendo ambos retablos del siglo XVII,  y encajando a la perfección en la magnífica y rica Iglesia del convento de Santa Inés.

Inmaculada y Santa Clara de Juan de Remesal.


Dos azulejos en el Real Monasterio de San Clemente.


Estos dos bellos azulejos se encuentra en las dos portadas que dan acceso al compás del Real Monasterio de San Clemente de Sevilla, siendo estas portadas de estilo manierista, las cuales fueron reformadas en su parte superior en el siglo XVIII.

Los dos azulejos de las portadas representan a San Fernando, que es el que podemos ver en el remate de la portada del compás en la calle Santa Clara del siglo XVIII, y San Clemente en el remate de la otra portada  del mismo siglo que el anterior en el compás de la calle Reposo. Todo un acierto al nombre de la calle por el sitio donde se encuentra.

Azulejo de San Fernando y San Clemente.


La Macarena y Sevilla.


Sevilla es toda suya, y Ella es de toda Sevilla: La Esperanza Macarena.

La primera Estación de Penitencia del Museo.


Fue en 1575, cuando por primera vez hizo su Estación de Penitencia la Hermandad de la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo, fundada en 1574 por los artesanos que pertenecían al gremio de plateros. Gran Cofradía, que salía en la tarde del Viernes Santo  ocupando un lugar destacado por su antigüedad, no siendo hasta 1923, cuando cambian el día de su salida a la tarde del Lunes Santo.

 Cofradía clásica, que posee dos  imágenes de las más bellas de la Semana Santa sevillana: El Cristo de la Expiración de Marcos Cabrera y la Virgen de las Aguas de Cristóbal Ramos.

La Procesión del Viernes Santos de Cabral Bejarano.


Bellísima pintura de la Cofradía de Montserrat dejó plasmada el pintor decimonónico Manuel Cabral Bejarano, en la que se encuentra el misterio de La Conversión del Buen Ladrón enfilando la calle Génova tras pasar por la plaza San Francisco.

Una de las pinturas más admiradas en este tema, de la que existen dos versiones: una en el Museo Nacional de La Habana y otra en los Reales Alcázares de Sevilla, estando la escena representada con muchísimo público y con un gran realismo. Teniendo la particularidad la pintura de La Habana, que el pintor retrato entre los asistentes a varios familiares y amigos suyos, dos grandísimas obras de arte, las cuales el destino  separó y que gracias a Dios tenemos la suerte de tener una en Sevilla.

Pintura de la Cofradía de Montserrat de Manuel Cabral Bejarano.

La Capilla de la Estrella.


Fue por acuerdo  del Cabildo del 10 de Febrero de 1973, cuando se decidió la construcción de un edificio propio para la Hermandad de la Estrella, siendo proyectado por Alfonso Gómez de la Lastra.

Por lo visto, el edificio iba a estar solo destinado a Casa de la Hermandad, que luego fue adaptado a Capilla por el arquitecto Antonio Delgado Roig, proyecto fechado en Febrero de 1975.

Se bendijo el nuevo templo el 10 de Abril de 1976. Es una pequeña Capilla con una fachada terminada en una espadaña, de una sola nave la cual está cubierta con bóvedas vaidas y decorada con adornos inspirados en el siglo XVIII, con apliques de azulejos y remates de cerámica, donde podemos ver en el retablo de Antonio Martín en el presbiterio a una de las mejores Dolorasas de Sevilla, la Estrella, y el Señor de las Penas en un retablo ejecutado también por Antonio. Destacando de dicha Capilla, las bellísimas Estaciones del Vía-Crucis del imaginero Navarro Arteaga.

Capilla de la Estrella.


Cuando la Virgen de la Europa sudo agua.


Esta bellísima imagen, la cual se encuentra en la Iglesia de San Martín, sudo agua el 25 de Agosto de 1708. Los vecinos al comprobar  que la Virgen  estaba sudando agua y estando humedecida, le enjugaron el sudor con lienzos que se quedaban empapados. Suceso, que corrió por toda Sevilla y que quedaron muchos sin saber porque era causado, si por la humedad del sitio o por un milagro.

Ocurrido el suceso del sudor de la Virgen de la Europa,  se llamó al escribano público y a varios artistas, como pintores y doradores, para qué estos examinarán a la imagen. Estos artistas creían que el suceso se trataba de un milagro. Pues era difícil que por el calor que hacía en el mes de Agosto, que fuera sucedido por la humedad, llegando también a ver a la Virgen un eclesiástico, que aplicó a la imagen unos cuantos lienzos que salían humedecidos y quien reconoció al instante que se trataba de un milagro.

Virgen de la Europa.

La razón de un capataz.


Como veremos, incidentes y problemas siempre hubo en el mundo de los costaleros y capataces, aunque muchos se crean que esto solo pasa hoy.

Fue en la Hermandad de las Aguas, cuando residía canómicamente en la Iglesia de San Jacinto, en la Semana Santa se 1752, que salió con el paso cedido de la Cofradía de las Tres Caídas de Triana, y que al ser este mayor que el que tenían, el capataz, llamado Clemente Gracia, reclamó a la Hermandad a través del Mayordomo el pago de 30 pesos por la diferencia de kilos. Considerando la Hermandad que no era como el capataz decía, solo le dio 50 reales, por lo que el capataz denunció a la Justicia y está decretó que un maestro aserrador visitara el almacén donde estaba los pasos guardados y emitiera un informe sobre  la denuncia, que tras diez años después la autoridad condenó a la Hermandad al pago a favor del capataz con cuatrocientos reales y las costas del juicio.

Como vemos, los incidentes y problemas igual que la lentitud de nuestra queridísima Justicia, siempre estuvieron integrados a las Cofradías como si se tratase de un hermano más.

La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Primera Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Encarnación.


Se fundó esta Cofradía en la Parroquia de San Vicente en 1572, por el Cardenal don Cristóbal de Rojas y Sandoval, aprobándose sus Reglas el 25 de Septiembre de 1574. Cofradía que se traslada en 1576 desde San Vicente al barrio de Colón (Húmeros).

La Cofradía del Dulce Nombre salía en la tarde del Jueves Santo, siempre intentando de que fuera la primera que hiciera la Estación por su título de Primera Sangre. Corporación que también se trasladó al Hospital de la Santa Cruz de Jerusalén, de donde pasó al Convento de San Pablo, la cual tuvo unas andas del gran imaginero  Pedro Roldán y que luego enriqueció Antonio Gijón con las figuras de los Evangelistas y Doctores de la Iglesia, sin saberse hoy nada de estas maravillosas  andas.

 Una cofradía, que por su decadencia igual que otras muchas quedó unida a la de la Quinta Angustia de Nuestra Señora del Convento Casa Grande del Carmen en 1851, hoy todo un ejemplo a seguir por como hacen su Estación de Penitencia por las calles de Sevilla.

El Gremio de Hosteleros en la Hermandad de Santa Marta.


Fue el Sindicato Provincial de Hosteleros los que el 13 de Julio de 1946, en sus reuniones periódicas acordaron agruparse bajo el patronazgo de Santa Marta, colocando dicha imagen en sus Escuelas Profesionales. Logrando dicho gremio que les fueran aprobadas las Reglas de la Hermandad por la Autoridad Eclesiástica, para darle culto público y tomar el lema de "Charitas Christi urget nos".

El Cardenal Segura fue quien aprobó las Reglas de la Hermandad de Santa Marta el 28 de Septiembre de 1949. Grandísima Hermandad que sale el Lunes Santo con el magnífico Misterio del Traslado del Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo al Sepulcro, una Hermandad que a pesar de no ser muy antigua se encuentra entre las más señeras  y serias  de toda la Semana Santa de Sevilla por el buen hacer de sus hermanos.

Foto de J.M.Serrano.


¿Cristóbal Colón Santo?


Pues no es Santo, aunque falto poco para que lo hubiéramos visto en los altares. Y todo empezó por el Arzobispo de Burdeos, Cardenal Donnet, en el año de 1867, quien hizo una petición al Santo Padre a favor de la apertura de expediente para la beatificación de Cristóbal Colón, como ya saben, el descubridor de la tierra donde vive Obama.

Curioso fue el expediente enviado al Santo Padre en el que manifiesta el prelado, que releyendo la historia de Colón, descubrió el celo infatigable e inspirado de aquel señor, que  tuvo en la tierra el hermoso papel de nuncio de la salvación.

Al no tener buena acogida por la Iglesia el proceso, el 29 de Junio de 1876, vuelve otra vez el Cardenal Arzobispo de Burdeos a dirigirse a Pío IX para que no quede en el olvido su petición y la gran virtud de Colón, vamos, que puesto  así ya podrían subir a los altares a Isabel y Fernando el Católico, como a Hernán Cortés y así una gran lista interminable de grandes personajes. Pero que para nada pegarían en un altar con unas cuantas velitas encendidas.

La leyenda del vaso de la Macarena.


Cuenta una triste leyenda, que un Viernes Santos de regreso  la Virgen por las calles de su barrio, un hombre el cual se encontraba bebiendo con otros en una taberna, al pasar la Virgen salió y se plantó delante de ella lanzándole piropos y sin saber por el vino que ya tenía, le tiró el vaso dándole en su hermoso rostro, creyéndose el hombre que era el sombrero lo que le tiraba.

Dicen que el hombre borracho fue detenido al instante y llevado a la cárcel, donde pasó unos años por atentar contra una imagen religiosa. Este por el camino y arrepentido no paraba de decir llorando: ¡no he sido yo, ha sido el vino!  ¡Yo amo a la Macarena como si fuese mi madre!  ¡No quise tirarle el vaso, era el sombrero en prueba de mi cariño!

Lo cierto fue, que todo el barrio estaba disgustado por la acción del hombre. Pero hubo gente que se pusieron a su favor, contando que era una buena persona, que cuidaba de su madre que se encontraba enferma y que se moriría al tener a su hijo en la cárcel, por lo que fue perdonado y llevo una Cruz de Penitencia tras la Madre de Dios todos los años descalzo y con los pies encadenado, haciendo llorar a muchas mujeres cuando lo veían pasar y en especial a Aquella que está en San Gil que fue la primera que lo perdonó, la Macarena.

El nacimiento de Esperanza Elena Caro .


Fueron los padres de Esperanza Elena Caro, Manuel Elena y Concepción Caro, sevillanos que recidían en el cortijo de "La Baldía", de la familia Benjumea en el término de la Campana, donde nació la artista el 4 de Septiembre de 1906.

Fue bautizada Esperanza Elena Caro en la famosa Parroquia sevillana de San Gil, a las planta de su queridísima Virgen de la Esperanza Macarena. Hermandad para la que trabajó en obras tan importantes del bordado como el manto de la Coronación de la Virgen, realizando sus estudios básicos en el Convento de Santa María del Socorro de religiosas Concepcionistas.

Es la tía de Esperanza Elena Caro,Victoria Caro Márquez (1878-1949)  quien en unión de su hermano José (1877-1936) abrieron un taller de bordados en la calle Calatrava 1, en el año 1917, para realizar y crear grandes prendas para la Semana Santa. En este taller familiar, con tan sólo 12 años de edad, Esperanza empieza a recibir sus primeras enseñanzas, las cuales la llevaron a lo más alto del arte del bordado, siendo una de las más grandes en esta rama, que Sevilla y España ha visto.

La bordadora Esperanza Elena Caro.

Me da vergüenza.


Me da vergüenza de muchas cosas, como suelo decir, tela del telón. Pero nunca me ha dado vergüenza decirte las cosas que mi alma siente hacia Ti, Macarena, por eso creo, que voy en buen camino, no avergonzarme como otros de lo que siento hacia Ti, Macarena.

Foto de FRANCISCO NARBONA SOTO.

Creo.


Creo en la vida, creo en el cielo, creo en el mar, creo en los colores, creo en la humildad y también de vez en cuando en las personas. Pero sobre todo en Tu Esperananza, Macarena, la que creo que nunca me podran quitar.

Me ha preguntado.


Me ha preguntado mi hijo que quien es el verdadero cristiano, y yo le he dicho el que cree en las personas.

El mejor momento de la vida.


El mejor momento de la vida es cuando uno nace. Pues es cuando en nada se piensa.

Coronaciones.


Hay más Coronaciones que coches en la ITV.

Azulejo de la Virgen de Gracia y Esperanza en la calle Caballerizas.


Nos podemos encontrar con este azulejo en el número 3 de la calle Caballeriza, en el que vemos el paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza. Un azulejo que conmemora el esperado paso de esta Cofradía del Domingo de Ramos a su regreso a la Parroquia de San Roque y que fue realizado en cerámica Santa Ana, con la curiosidad de estar plasmado en el mismo los versos del mejor Pregón que se ha dado en Sevilla, el de Don Antonio Rodríguez Buzón en 1956.

Como curiosidad comentar, que fue el propio Rodríguez Buzón quien regaló poco después del pregón este azulejo al dueño de la casa, don José María Candau, quien  por aquella época era Hermano Mayor de la Cofradía del Amor, siendo este azulejo creo  el único en Sevilla que reproduce un paso de palio.
                                          
Texto del azulejo.
                                      A compás la cera llora
                                    cuando viene de regreso,
                                   quedando en el aire preso
                                  todo el grito que le implora.
                                     Su luz del rostro le dora
                                     dibujándolo en sonrisas,
                                       Y al dejar Caballerizas
                                   los blancos muros rozando.
                                       Una voz le va cantando
                                    al son de los guardabrisas.         
                      
   

El retablo cerámico de la Soledad de San Buenaventura.


Para ver una obra de arte en Sevilla no siempre hay que entrar en un templo o edificio, también sus calles están llenas de grandes obras como la de Carlos Cañal, donde se encuentra la iglesia de San Buenaventura y en su fachada podemos ver este maravilloso retablo de la Virgen de la Soledad de San Buenaventura.

Fue el Hermano Mayor Enrique Piñal de Castilla y Márquez quien le encargó este fantástico retablo cerámico a Enrique Arce, su última obra importante en 1951, siendo bendecido el mes de Abril de 1952, meses antes de su muerte.

En este inigualable retablo cerámico conbinó el artista su faceta como pintor ceramista con la de escultor. Todo una maravilla y uno de los mejores retablos cerámicos de Sevilla, que si usted no lo ha visto no dude en visitarlo lo antes posible.

Una pintura de Semana Santa para el Duque de Montpensier.


Realizó el extranjero francés Alfred Dehodencq en 1851 por encargo del duque de Montpensier dos pinturas, una profana y otra religiosa para los salones del Palacio de San Telmo, que el Duque de Montpensier quería tener de Sevilla para recrearse en ellas.

La pintura profana la plasmó el artista Dehodencq con un baile de gitanos en los jardines del Alcázar, mientras que la religiosa fue titulada como, "Una Cofradía pasando  por la calle Génova". Una joya de la época romántica llena de detalles como vemos en la foto, Cofradía que entra por la calle Génova procedente de la plaza de San Francisco  con un primer paso de Cristo acompañado de nazarenos vestidos de negro, y en segundo lugar el paso de la Virgen entre una gran masificación igual que hoy de gente sentada y de pie, no sabiéndose el nombre de la Hermandad plasmada en el cuadro.

 Una pintura, que igual que hoy y siempre estuvieron al alcance solo de unos pocos.

Cuadro perteneciente al Museo Thyssen.

Dos pinturas del XVII de los pasos de la Hermandad del Silencio.


Se encuentra en la Archicofradía de la  Hermandad del Silencio unas pinturas que parecen ser de las primeras obras pictóricas relacionada con la Semana Santa de Sevilla, las que vemos en las fotos del paso de Jesús Nazareno y de la Virgen de la Concepción, siendo ambas del último tercio del siglo XVII.

En la pintura de la Virgen de la Concepción vemos un palio sostenido por seis varales, iluminado por cuatro faroles en la parte delantera y bambalinas bordadas, viéndose a la Virgen con un vestido blanco, con corona y sobre sus manos un paño en  el que figura la corona de espina de Cristo con una media luna a los pies. Mientras en el paso de Jesús Nazareno vemos una bellísima canastilla dorada y adornada con pequeños ángeles pasionarios,  cuatro faroles en cada esquina y la monumental imagen del Nazareno de Ocampo sobre una peana con cuatro velones que lo iluminan.

 Dos pinturas con mucha historia, las cuales han servido de estudio sobre la evolución de los pasos en nuestra Semana Santa.


Pasos de la Hermandad del Silencio.


El Nazareno de la Macarena de José García Ramos.


Magistral pintura del  irrepetible pintor José García Ramos, la cual se titula "Nazareno dame un Caramelo" (hoy más de un Nazareno debería de dar en vez de un caramelo un ciriazo en la cabeza a más de uno) en fin, a lo que vamos.

Esta conocidísima obra es de finales del siglo XIX, en la que vemos unas pinceladas de una gran soltura y colorista con un Nazareno de la Hermandad de la Macarena mirando a unas jóvenes.

El cuadro está considerado como uno de los mejores en representar a un Nazareno, teniendo la suerte la Hermandad de la Macarena  que el representado sea el suyo. Y como curiosidad antes de terminar diremos, que el tema preferido del pintor García Ramos fue el costumbrismo, por eso no me extraña nada que le salieran grandes obras como ésta.

Cuadro de "Nazareno dame un Caramelo" de José García Ramos de la colección Bellver.

La Capilla del Dulce Nombre de Jesús.


Cuando se reorganizó en 1942 la Hermandad de la Vera-Cruz por un grupo de alumnos del Colegio <<San Vicente Mártir>>, fue cuando se estableció en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús el 2 de noviembre.

La iglesia es de planta rectangular, de tres naves y la central cubriéndose con bóveda de cañón, siendo los soportes de esta Iglesia unas bellas columnas de mármol, las que le dan un aspecto conventual y muy acogedor.

Destaca en su interior el gran retablo mayor, obra de la segunda mitad del siglo XVIII al igual que las pinturas al fresco. Y como curiosidad comentar, que aunque es la Hermandad de la Vera-Cruz quien la administra desde 1942, es propiedad particular de la familia Ponce de León.

Capilla del Dulce Nombre de Jesús.


La Basílica del Gran Poder.


Como bien es sabido, la Hermandad del Gran Poder estuvo establecida en una capilla del lado de la Epístola en la Iglesia de San Lorenzo, hasta que se terminó su Basílica anexa a la Parroquia, que fue bendecida el 28 de mayo de 1965, según proyecto de don Antonio Delgado Roig y Alberto Balbontín de Orta.

Al fondo de la Basílica, cuando entramos por sus puertas lo primero que nos impresiona es el retablo de triple estructuras y en su camerín la imagen del Señor de Sevilla, el que todo lo puede. Dicho retablo fue diseñado por Manuel Guzmán Bejarano en estilo barroco, inspirándose en el que tenía en San Lorenzo de Gonzalo Bilbao.

Destaca de la Basílica la maravillosa cúpula decorada con casetones, que evoca la del Panteón de Agripa en Roma rematada con una linterna, concediéndosele la dignidad de Basílica Menor en 1993.  

Basílica del Gran Poder.



El Crucificado de la Hermandad de Regina.


Bello e imponente Crucificado del Amor el cual se encuentra en El Viso del Alcor, titular de la Cofradía de los Dolores y realizado en el tercer cuarto de siglo XVI, de autor anónimo.

 Este Crucificado según algunos estudiosos en la materia, podría ser el titular de la Cofradía de la Concepción de Regina y que hoy como ya hemos comentado se encuentra en El Viso del Arcor con la vocación del Amor. Procedente de la majestuosa  iglesia San Martín de Sevilla.

Crucificado del Amor en el Viso del Alcor.

El San Diego de Alcalá de Montañés de la Iglesia de San Buenaventura.


Grandísima talla y de una exquisita representación podemos ver de San Diego de Alcalá en el retablo mayor de la Iglesia de San Buenaventura de Sevilla, obra que a pesar de estar bastante restaurada sigue manteniendo la grandiosidad y buen hacer de la gubia de Juan Martínez Montañez.

Esta imagen está atribuida solo. Pero hace pensar a muchos historiadores, que por sus rasgos  se debe al "Dios de la Madera". Destacando de la Imagen las bellísimas y expresivas manos del Santo, las que parecen ser que de un momento a otro se van a mover.

San Diego de Alcalá atribuido a Martínez Montañés del retablo mayor de la Iglesia de San Buenaventura.

El San Juan Bautista de Gaspar Núñez Delgado del Convento de San Clemente.


Podemos ver esta fantástica imagen de San Juan Bautista en el Convento de San Clemente, la cual se encuentran en un retablo encargado a Gaspar Núñez delgado,  autor también de la cabeza degollada del San Juan Bautista del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

También son obras de  Gaspar Núñez Delgado los relieves que representan los episodios del santo,  donde intervino Francisco de Ocampo en 1610 y completo con las pinturas y policromía el pintor Francisco Pacheco en 1613. Sobresaliendo de todo el conjunto la grandísima imagen del San Juan Bautista, de lo mejorcito del manierismo sevillano.

San Juan Bautista de Gaspar Núñez Delgado en el Convento de San Clemente.

La felicidad.


La felicidad siempre está con nosotros, aunque algunas veces dormida y otras despierta. Por eso siempre hay que despertarla.

La cabeza degollada de San Juan Bautista de Gaspar Núñez Delgado del Museo de Bellas Artes .


Magnífica  cabeza de San Juan Bautista nos encontramos en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, una obra del gran imaginero Gaspar Núñez Delgado, que fue maestro de Juan Martínez Montañés.

Gaspar Núñez Delgado fue de origen castellano y llegó a Sevilla hacia 1572, formándose como oficial en el taller de Juan Bautista Vázquez el Viejo, también de origen castellano.

La portentosa cabeza de San Juan Bautista degollado de Gaspar Núñez Delgado fue realizada en 1591, la cual sigue los modelos juniano y en la que podemos ver una expresión sublime, que solo está al alcance de unos cuantos imagineros. Dicha cabeza fue donada al Museo de Bellas Artes de Sevilla por González Nadín. Una obra, que encaja a la perfección con dicho Museo, el cual debería de ser más visitado y a la vez estudiado.

Cabeza de Gaspar Núñez Delgado en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

El San Jerónimo del Museo de Bellas Artes de Sevilla.


Definir esta grandiosa obra de arte es casi imposible, más que nada porque ella ya lo dice todo. Una obra que realizó el escultor italiano Pietro Torrigiano cuando llegó a España en 1521,  tras pasar por Amberes e Inglaterra, y ya afincado en Sevilla fue donde consiguió con el San Jerónimo penitente un gran estudio anatómico que muestra el cuerpo adulto del Santo, en el que demostró su maestría y podemos ver una gran expresividad y un gran movimiento por su difícil postura, obra realizada en barro cocido y la cual uno nunca se cansa de verla.

 Una vez más me repito y vuelvo a decir, si no conocen esta maravillosa imagen ni el espectacular museo ya saben, ir cualquier día antes que al Acuario o Isla Mágica. Merece la pena.

San Jerónimo de Pietro Torrgiano en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

El Crucificado de la Catedral de Granada de Pablo de Rojas.


Fue Pablo de Rojas su nombre artístico, el cual toma de su segundo apellido paterno, Raxis, siendo su nombre Pablo Sardo González. Nació este grandísimo escultor en 1549 en Alcalá la Real (Jaén), quien 1579 se estableció en Granada y luego fue maestro de su discípulo Juan Martínez Montañés, más tarde conocido como "el Dios de la Madera", considerándose la producción de Pablo de Rojas como la creadora de la corriente imaginera en Andalucía.

El Crucificado de la Catedral de Granada del artista de Alcalá la Real Pablo de Rojas, se puede considerar una obra cumbre, por su gran unción sagrada, composición, anatomía, talla y sublime dibujo. Crucificado que según muchos historiadores es el precursor del Cristo de los Cálices tallado por su discípulo Juan Martínez Montañés, dos tallas, que pasarán los años, los siglos y creo que no volveremos a ver dos  creaciones como la de estos dos paisanos y artista, los que seguramente estarían tocados por Dios.

Crucificado de la Catedral de Granada de Pablo de Rojas. Fotos de Universidad de Sevilla.


La Inmaculada de la Capilla Sacramental de San Esteban.


Bellísima Inmaculada la cual se encuentra en la Capilla Sacramental de la iglesia de San Esteban, en un retablo barroco del siglo XVII.

La exquisita imagen de la Inmaculada es obra del gran imaginero Agustín de Perea, autor también del maravilloso Cristo de la Coronación de Espinas de la Hermandad del Valle, estando la imagen de la Inmaculada flanqueada por las figuras de San José y San Juan Bautista, obras del siglo XVIII.

Inmaculada de la Capilla Sacramental de San Esteban y Cristo de la Coronación de la Hermandad del Valle.


La Virgen de Gracia del Monasterio de San Clemente


Se encuentra esta preciosa virgencita de 19 cm. en el Monasterio de San Clemente, imagen sedende de alabastro policromado de finales del siglo XIV. 

Su advocación es la de Virgen de Gracia, conocida también por la Virgen de Belén, la cual se representa  en actitud de amamantar al Niño. 

Según la leyenda, cuenta que la imagen de la Virgen fue un regalo de Fernando III a la Comunidad Cisterciense, imagen que llevo el Rey  en el cuello. Verdad o leyenda, no se sabe, lo único que sí podemos afirmar es que es encantadora y que nunca deberíamos de dejar las leyendas en el olvido. Pues quieran o no al pueblo pertenecen.

Virgen de Gracia o de Belén del Monasterio de San Clemente.