Como la vida misma . Guarros y guarras.


La gente, con las dificultades antiguamente de no tener agua corriente, se lavaban poco. Hoy con agua corriente y agua parada, algunos como algunas no se lavan ni amarrao, por eso cuando me monto en algún autobús siempre me pongo mi mascarilla anti-virus,  para protegerme de guarros y guarras.

El candil gitano.


El candil que se utilizaba en las casas solía ser de hojalata o chapa de hierro, y lo hacían los gitanos. 

Los candiles se han usado hasta hace muy poco, pues hasta 1930. Pero en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta han seguido utilizándose en algunos suburbios que no tenían electricidad. A los políticos  les daba yo uno a cada uno, para que ahorrarsen luz y supieran lo que es pasar penurias como muchas buenas gente la han pasado y siguen pasando.

Franco y la Once.


La ONCE, esa que todo el mundo conocemos y más de un Viernes solemos comprar un Cuponazo haber si nos toca y mandar al carajo a más de uno no se creó hasta 1940, y fue creada por el Gobierno del general Franco. 

Antes los ciegos pedían limosnas o cantaban romances por las calles para ganarse la vida. Teniendo en cuenta, que esto llevó a la picaresca a muchos para pedir limosnas haciéndose pasar por ciegos.

La Organización Nacional de Ciegos le concedió a estos el privilegio de que hicieran  diariamente la única rifa legal autorizada en España. Prohibiendo las casas de juegos y rifas callejeras, estas  que con la crisis a diario nos quieren meter para el sorteo de un (jamón de plástico), en fin, todo el mundo tiene derecho a buscarse la vida como mejor pueda y no como nuestros cerdos políticos, empresarios y muchos concejales que nunca deberían de haber nacido.

Los Puestos de Agua.


Fue la venta de agua fresquita algo muy normal a principio del siglo pasado  en Sevilla. Pues no es como hoy que hay más de 40.000 bares y si uno o una se está meando o tiene sed entran y le dan un vaso de agua, y encima la mayoría de las veces sin dar las gracias al amable camarero. Por esto en Sevilla había varios lugares con puestos de agua, donde se compraba un traguito por una perra chica y se quedaban mas agusto que un lagarto al sol.

 Hoy si somos curiosos y observador, podremos ver algunos kioscos en época de calor que tienen más aguas para vender que chucherías. Pero cobrandotela algunos más cara que en un aeropuerto.

Puesto de Agua en el Paseo de Colón.