Una de choco fritos.


Hola buenas tardes señor camarero o lo que quiera, yo particularmente quiero una ración de (CHOCOS FRITOS), pero dígale usted al cocinero o al dueño, que las lechugas se la eche al canario o a la cotorra de su mujer. Ya está bien hombre con los putos abusos, que todavía hay gente que saben comer y pagar, pero no para que los timen con más lechugas y picos que chocos, para robar a la cárcel, que queréis ganar todo en un día coño.

Como la vida misma.Desfachatez.


La desfachatez, flamenquismo y chulismo andaluz en el imbécil a leguas se ve.

El retablo de la Capilla Sacramental de San Lorenzo de Pedro Ruiz Paniagua.


Nos encontramos un bello retablo en la Capilla Sacramental de San Lorenzo de estilo barroco ejecutado en 1703 por Pedro Ruiz Paniagua, que fue contratado en parte por don Francisco Bucarelli, marqués de Valdehermoso.

 Este presioso retablo se compone de un solo cuerpo dividido en tres calles y ático, con columnas salomónicas siguiendo el estilo del grandísimo artista Bernardo Simón de Pineda. Está presidido por una Inmaculada atribuida a Cayetano de Acosta, mientras en las calles laterales están las imágenes de San José con el Niño Jesús y Santa Ana con la Virgen Niña,  encontrándose en el ático la representación del Misterio de la Santísima Trinidad, siendo los ángeles lampareros atribuido al imaginero Benito Hita del Castillo, autor del bellísimo San Juan que acompaña a la Virgen de la Amargura cada Domingo de Ramos.

El palio de la Virgen de la Encarnación.


El palio de Nuestra Señora de la Encarnación es la pieza más antigua que conserva en la actualidad, obra confeccionada en terciopelo color burdeos bordado en oro y seda de colores por el gran taller del genio Rodríguez Ojeda entre 1930 y 1931. 

Fue el genial Ojeda quien ocho días antes de su muerte concluyó el diseño del techo de palio, que sería ejecutado  con posterioridad a su óbito. El primer año citado solamente salió bordado en Semana Santa la parte central de la bambalina delantera, completándose el resto del bello conjunto al año siguiente, obra que costó 15.000 pesetas; de estilo neobarroco y con bambalinas polilobuladas formando crestería en la parte superior, usándose en su exorno elementos florales y vegetales como elementos ornamentales, figurando en las bambalinas delanteras y traseras una cartela en la que se representa unas jarras de azucenas, símbolo de la pureza de María y antiguo escudo corporativo con un capelo arzobispal, rematado con una corona real.

El magnífico techo de palio sigue la misma decoración, conteniendo cuatro cartelas que representan en sedas de colores los escudos de armas de las órdenes militares de Alcántara, Santiago, Calatrava y Montesa, con el medallón o gloria central de Juan Antonio Arenas Alcalá en 1983, que muestra una representación iconográfica del Misterio de la Encarnación del verbo y con figuras de marfil y ropajes bordados en sedas de colores. Una joya de las tantas que la Semana Santa sevillana guarda para deleite de cualquier amante a estas maravillas.