No quiero ser capataz. Para algunos, no para todos.


Que no tío, que yo en verdad no quiero ser capataz de un paso, lo que verdaderamente me da morbo y me gusta son las fotos que me echan y luego verme en Facebook, Twitter o en el periódico local.

 Que no tío, que no, que lo que me apasiona son las fotos y el postureo además de peinarme con la lengua de una vaca, y que nadie se meta conmigo, porque yo respeto a todo el mundo, lo que pasa es eso tío, que me gustan las fotitos y de vez en cuando  hacer un poco el gilipollas. Pero nada más. Porque si en mi casa o en la calle no puedo lucirme, no puedo estirarme, no puedo resaltar, no soy nada y encima no puedo mandar ni a mi suegra pues tu me dirás que carajo hago yo metido en una Cofradía, ¿el tonto? Pues no, el gilipollas tío. Pero me importa un pito porque me río y me lo paso del 15.

El Cristo Atado a la Columna de la Orotava.


El Cristo Atado a la Columna que se encuentra en La Orotava, se venera en la nave del Evangelio de la parroquia de San Juan Bautista. Y es el titular de la Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo a la Columna, considerada la mejor obra del barroco andaluz en la zona.

 Esta imagen es una talla completa realizada en madera policromada, siendo su altura de 1,75 m. y atribuido al gran imaginero Pedro Roldán. Pero por su gran parecido a Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes de la Hermandad de la Amargura de Sevilla, se atribuye a "El Maestro del Silencio", como lo denominó el profesor Jorge Bernales. Todo un mundo el de la imaginería, que nunca para de darnos sorpresas.

Foto de Hernández.

El nombre de las Cabezas de San Juan.


Existen varias versiones sobre el origen del nombre de las Cabezas de San Juan, atribuyéndose por algunos al hecho de que el pueblo se asienta sobre un cabezo o colina, mientras que otros consideran que procede de la Orden de San Juan de Dios, que se instaló en el lugar tras la reconquista castellana.

Existe también una aterradora leyenda que cuenta, que donde hoy está la Iglesia de San Juan se erigía hace siglos un castillo, y que durante las luchas entre musulmanes y cristianos, fue lugar de muy duras batallas, tras las cuales se cortaba la cabeza a los guerreros del bando perdedor y se colgaba de las murallas. Hoy también habría que cortarle la cabeza a muchos, sobre todo a políticos corruptos que no miran un carajo por el pueblo.

El dulce de San Roque de El Coronil.


Cuentan en El Coronil, que hace muchísimo tiempo existía la tradición de preparar en las casas un dulce con la efigie del Patrón de la Villa, San Roque. Contando los pueblos vecinos que una epidemia de peste asoló la comarca y apenas afectó a esta localidad. 

Todos pensaron que el Santo intercedión por su pueblo, aunque parece ser, que fue más el dulce que el propio Santo, por el gran alimento que tenía, estando compuesto de harina, huevo, clavo y canela, siendo su receta la que a buen seguro ayudo a todos los habitantes a soportar la enfermedad. Me han contado, pero no estoy seguro, de que hoy algunos habitantes  quieren recuperar esta tradición, si es así, espero que sea pronto y que no la dejen en el olvido como tantas otras han quedado.

Como la vida misma . La mierda.


Cuando las cosas empiezan como una mierda, terminan apestando a ella.