El sol en la Esperanza.


El Dios Sol, como los antiguos lo llamaban, quiere besar a la Esperanza, porque no se cree que haya algo que ilumine más que él en el Universo.

El Dios Sol ya no es lo que es ante la presencia de la Esperanza, y se ha dado cuenta. Pero quiere besar a la Esperanza.

Calle Parras. Foto El Mundo.

La fragancia.


Tras la Esperanza se fue la fragancia de las flores de Sevilla, para acompañarla en su Cincuenta Aniversario de su Coronación Canónica.

Tras la Esperanza se fue la fragancia de las flores de Sevilla, para quedar rendida a la flor más hermosa que el mundo vio, la Esperanza y Macarena.

Magnífica foto de Juan López.