La mala educación.

La mala educación es lo que hace a más de uno y una cada vez más parecerse a un cerdo. Pero no Ibérico.

Y llega.


Y llega una hora en el día, que el que no se acuerde de Ti son por dos cosas; no te conoce o no es Macareno.

Foto de Bejarano.

Y cuando.


Y cuando en la nostalgia me envuelvo, por Tu Esperanza me desenvuelvo.

Foto de Francisco Narbona Soto.

Simplemente.


Simplemente con tantos entendidos y prepotentes niñatos en nuestras Cofradías, solo me siento un humilde monaguillo entre estos Cardenales que no han comprado en su puta vida ni un TBO.

Un poco de historia sobre la Hermandad de los Javieres.


Nace la Hermandad de los Javieres en la Iglesia jesuística  del Sagrado Corazón en el año 1946 por la devoción de la congregación de seglares de María Inmaculada y San Francisco Javier, más conocida como los Javieres.

Dicha congregación tenía su sede en unos locales adosados a su residencia en la calle Jesús del Gran Poder, siendo el jesuita José Luis Díez quién llevo a la Hermandad en sus primeros años. Las imagenes de la Hermandad fue un Cristo contratado con el portugués José Luis Pires Azcárraga en 1945, con la advocación de las Almas. En el contrato dice, que debe ser a imitación del Crucificado que se encuentra en la Parroquia de San Juan Bosco (Salesianos de Triana), obra del mismo artista y el que está inspirado en la Buena Muerte de los Estudiantes, siendo la advocación de la Virgen de Gracia y Amparo, Hermandad que vio aprobadas sus primeras Reglas en 1955 por el Cardenal Bueno Monreal.

La Hermandad se vio obligada a mudarse 1972,  cuando los jesuitas le comunicaron que debían de abandonar el local donde guardaban sus enseres, siendo el paso trasladado al Museo de Cofradías y luego a un taller de carpintería, dónde quedó bastante deteriorado. Las imágenes permanecieron en la Iglesia hasta 1977, las cuales fueron trasladadas a la Parroquia de Omnium Sanctorum, su nueva sede canónica en la que empezarían una nueva etapa.

En la estación de penitencia de la Hermandad de los Javieres comenzaron sacando a la Virgen a los pies del bellísimo Crucificado desde 1969 hasta 1980, representando la escena de Stabat Mater. Y fue a partir de esta última fecha cuando la Virgen sale sola en su paso de palio, destacando que fue la primera Cofradía en admitir a mujeres entre sus filas en 1986, y como curiosidad comentar, que el Crucificado de las Almas al participar en las Misiones  Generales fue trasladado a la barriada de Los Pajaritos, y en la Semana Santa de 2002, asistió una representación a la procesión de los bomberos de Nueva York, los que ingresaron como hermanos en la Cofradía como homenaje a su heroico comportamiento tras el terrorífico atentado contra las Torres Gemelas.

Primera salida del Cristo de las Almas en 1957 de la Iglesia del Sagrado Corazón.



Lo que solo puede hacer una Santa.


Se comento mucho un suceso por Sevilla sobre una supuesta locura o bendita locura que realizó Santa Ángela de la Cruz, algo que solo los Santos pueden hacer sin importarles el qué dirán, porque antes esta hacer el bien en los demás.

Y lo  ocurrido fue, que Santa Ángela en una de sus muchísimas visitas a enfermos, se encontró con una buena mujer hundida por una grave enfermedad, por no habérsele extraído a tiempo la leche corrompida, por lo que se le había formado una gran llaga en el pecho.

Santa Ángela consolaba a la  pobre y humilde mujer por su miedo y desesperación, no parando de darle ánimos en vano porque su dolor cada vez era más grande. Viendo Santa Ángela lo que sucedía, tubo en ese momento un gran impulso, que repito, solo se da en los Santos y personas de otro mundo, como lo fue Madre Angelita, la que le dijo a la mujer que le iba a lavar la herida y cuando estaba destapada se echó en lo alto de la herida y puso sus labios para chupar el pus, el que luego escupió.

La mujer enferma quedo como en éxtasis al contemplar lo que había sucedido, notando un alivio inmediato y teniendo una buena curación. Milagro por donde se mire, que Santa Ángela ya hizo en vida y sin duda alguna fue una elegida de Dios y Gloria de toda Sevilla.