El Balilla.


Preciosa y emotiva foto de Ricardo Gordillo "El Balilla" ante la Virgen morena y gitana de la Madrugá sevillana,  quien fue su patero en su paso de palio.

Fue este gran personaje quien le dijo a  su capataz la famosa frase que ha quedado para la historia ¡A los cables, no! ¡Al cielo con Ella!

Polémica.

Si la polémica en las Cofradías no existiera, algunos como algunas tampoco existirían.

Un poco de historia sobre la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura .


Los antiguos orígenes de esta Hermandad están ligados a una Cruz, que estaba en la plaza del Caño Quebrado, colocándose allí para recordar un enterramiento de los tantos que hicieron en la ciudad por la peste de 1649, donde por desgracia la mayoría de los habitantes caían como moscas.

 En 1661, se dirigieron unos vecinos al Cabildo de la ciudad para pedirle autorización de ponerle una barandilla a la Cruz, que unos años antes redactaron unas Reglas en la que dispusieron celebrar todos los años una función a la Santa Cruz en la fiesta de la Invención. Reglas que le fueron aprobadas en 1656.

La famosa Cruz fue retirada en 1840 de dicha plaza, llevada en procesión por la noche a la Iglesia de Monte-Sión, dónde fue colocada en un altar dedicado a San Cayetano (no el torero). Y fue en este lugar donde se reorganizó la Hermandad redactando nuevas Reglas, las que le fueron aprobadas en 1844, y proponiendo agregar al culto de la Santa Cruz el de la Virgen María colocada al pie de la Cruz constituyéndose en Cofradías y disponiendo hacer estación de penitencia a la Catedral el Viernes Santo. Dicha Cofradía decidió sacar en su salida como primer paso al  Cristo de la Salvación,  incluido como titular en 1967, objetivo que no puedo conseguir.

La preciosa Virgen de la Soledad es obra del imaginero Grabiel de Astorga, talla bendecida en 1851, y que procesionó al año siguiente. Esta Hermandad solicitó hacerse cargo de la Cruz del Caño Quebrado, origen de la misma que se encontraba en San Pedro, colocándola en el retablo de la Virgen en 1968, siendo su crucificado de la Salvación obra de Manuel Cerquera en 1935, el cual sufrió un ataque de un indeseable que le hizo daño con una navaja en las piernas y fue restaurado por Manuel Domínguez Rodríguez.

 Y antes de terminar recordar, que en 1972,  la cuadrilla que iba a sacar el paso de la Virgen se declaró en huelga no presentándose en la capilla, por lo que  la Hermandad de Montserrat para ayudarla le dejó la  cuadrilla que iba a sacar el paso del Cristo de la Conversión, sacando solamente a la calle el paso de palio, que al regreso la Hermandad de la Soledad espero en la calle Granada a la Virgen de Montserrat y ambos pasos se vieron la cara. Gestos como esto son los que hacen grande a la Semana Santa, no otros que ustedes ya saben.



El pintor Andrés Rubira.


Al igual que otros pintores, poco se sabe de la vida de Andrés Rubira, pintor que nació en Escacena del Campo (Huelva) y murió en Sevilla en 1760.

Su aprendizaje lo realizó junto al conocido pintor Domingo Martínez, con el que colaboró como ayudante en la realización de muchísimos encargos pictórico. Este artista estuvo en Lisboa,  llevado por el pintor de cámara del rey de Portugal D. Francisco Vieira que le gustó el estilo de Rubira y lo protegió durante un tiempo, estando en Lisboa entre los años 1740 y 1745, año este último que vuelve a Sevilla y contrae matrimonio naciendo su hijo José, también pintor.

De Andrés Rubira hay solo dos obras las cuales se pueden atribuir y se encuentra en el convento del Buen Suceso de Sevilla, obras depositadas por el Museo de Bellas Artes. Las pinturas son La aparición de la Virgen del Carmen a la comunidad de un convento de Brabante y la aparición de la Virgen a San Bertoldo, siendo ambas obras del mismo estilo con muchos personajes. Sin olvidarnos de otra obra, que se encuentra en la Real Academia de Medicina de Sevilla, como es el retrato de cuerpo entero y de tamaño natural del médico José Cervi, obra temprana del artista hacia 1734.

Estamos muy equivocados con la música.


Estamos muy equivocados con el tema de la música, más que me gusta a mi pues ni al tonto de las marchas. Pero que queramos por cojones hacer que todos los pasos de nuestra Semana Santa lleven música no es otra cosa que una gran catetada, novelería y cargarse la intimidad y el recogimiento de muchas Cofradías que no necesitan música en absoluto, solo el crujir de sus trabajaderas .

El pintor Juan Ruiz Soriano.


Nació el pintor Juan Ruiz Soriano en Aracena en 1701 y murió en Sevilla en 1763, quién aprendió su oficio con su primo Alonso Miguel de Tovar, desarrollando su actividad artística a partir de 1725. 

El estilo de Juan Ruiz Soriano es murillesco. Pintor del que dicen que por el bajo precio que vendía sus obras recibía muchos encargos para conventos sevillanos (igual que hoy muchos pintores, que debido a la crisis han bajado mucho el valor de sus obras), teniéndose constancia de que lo primero que pintó fue para los claustros de los Franciscanos, Terceros y Agustinos.

En 1726, restauró Soriano y amplió por la parte inferior el cuadro de Santiago Matamoros de la Parroquia de este en Sevilla (Santo que como las cosas no cambien en nuestra sociedad va a tener que salir otra vez a la guerra), intervención por lo visto malísima la que hizo en la restauración del cuadro por descomponer al completo su composición original (como ven  nada tiene que ver el ser restaurador con ser pintor o ser imaginero).

 Este pintor dejó en Sevilla bastantes obras como: La estigmatización de San Francisco y San Francisco renunciando a las riquezas terminales, El rapto de San Francisco en la Iglesia San Román, la Aparición de Cristo y la Virgen a San Francisco para encomendarle la construcción de la Iglesia de la Porciúncula en la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles y muchas más. Destacando la conocida pintura del retrato de Fray Isidoro de Sevilla, obra firmada que conserva el patrimonio de la Hermandad de la Divina Pastora de la que fue el impulsor del culto a la Virgen en esa advocación.

Fray Isidoro de Sevilla.