Las Tres Mil.


Recuerden, que en Sevilla también hay un Barrio con mayúscula, que es las Tres Mil Vivienda. 

Recuerden, que también aunque a usted le hayan contado lo contrario, hay tela de arte. 

Recuerden, que todos los de este barrio no son malos ni mucho menos, al revés, bastante buenos por aguantar lo que llevan aguantando, esa lápida que le pusieron pagando justos por pecadores.

 Recuerden, que en las mejores zonas no solo ya de Sevilla sino de cualquier lugar hay tela de hijos de putas. 

Recuerden, recuéndelo, que también hay mucha gente y muy buena, y que aunque algunos no lo vean son de un Barrio de Sevilla al que le llaman Las Tres Mil.

Lo que son las cosas.


Lo que son las cosas, antiguamente las Cofradía salían cuando se lo permitían sus recursos. 

Hoy no es así, gracias a Dios pueden salir años tras años. Pero si fuera por algunos le cerrarían las puertas para que no salieran. Cosa difícil creo, porque las Cofradías ya vienen de vuelta.

Ya en el siglo XIX.


Ya casi a mediados del siglo XIX, los poderes locales asumen  las celebraciones religiosas como actos que había que fomentar por constituir manifestaciones emanadas del pueblo y gloria bendita de esta Tierra. 

Hoy parece que muchos no se enteran o no se quieren enterar. Pero sepan, que con esto no puede ni el mismísimo Diablo.

Desafortunados.


Desafortunados los que Tu Esperanza pierden y no por culpa de ellos, sino por los fuertes golpes que reciben de nuestra maquiavélica sociedad.

Un vale.


He pedido un vale al comprar en la mejor tienda del mundo, y me lo han dado de 50 leuros para Cerveza, aquella que dicen que es del Campo.