El significado de "A buenas horas, mangas verdes".


Curiosísima es esta expresión, pues seguro que a usted si no la conoce cuando la lea se dará cuenta que en más de una ocasión le ha pasado.

 Es su significado el siguiente; cuando alguien que se suponía que venía para solucionar un problema llega estando solucionado o no tiene remedio alguno. ¿Ven como más de una vez le habrá pasado esto?.

Hay que explicar, que lo de de mangas verdes viene de la Santa Hermandad, que fue una milicia creada en tiempos de los Reyes Católicos y protegían los caminos y campos castellanos de delincuentes. El atuendo que identificaba a esta milicia civil era un chaleco de piel del que sobresalían las mangas de una camisa verde, de ahí el dicho popular.

La Santa Hermandad quedó instituida por las Cortes de Madrigal en 1476, la que unificaba todas las hermandades locales castellana que existieron desde el siglo XI, con la curiosidad de estar considerada la primera Policía Estatal Europea.

El Nobel de Literatura que no recogió Churchill.


Así fue, un Nobel de Literatura que Sir Winston Churchill obtuvo por la grandísima maestría en la descripción de la oratoria de sus discursos durante la Segunda Guerra Mundial, destacando su famoso y conocido "sangre, sudor y lágrimas" (un estilo a vivir en esta España actualmente).

Sería en 1953, cuando el comité elector le otorgó el galardón a Churchill, un premio que consagra a cualquier escritor como es el Nobel de Literatura, en este caso dado a un político. Pero sin embargo, fue tal la decepción de Churchill, que no acudió a recogerlo, porque esperaba el Nobel de la Paz, no el de Literatura. Otros hoy por ejemplo, hubieran ido hasta andando a recogerlo.

El Cristo de la Buena Muerte de los Terceros.


Este curioso Crucificado lo podemos ver en el lado del Evangelio del templo de los Terceros, obra anónima y atribuida por algunos curiosos como historiadores al maestro cordobés Juan de Mesa y Velasco en el siglo XVII, aunque no se nos parezca mucho a su estilo.

Al parecer, la imagen del Crucificado fue encargada en el siglo XVIII por una Cofradía que existió en aquella época con el nombre de Vía Sacra. Si es así, es imposible que la imagen sea de Juan de Mesa, pues como ven las fechas para nada coinciden.

Foto ABC.

La Capilla Sacramental de los Terceros.


Esta Capilla Sacramental de los Terceros son dos Capillas unidas, la cual encontramos en el lado del Evangelio y está decorada con pinturas al fresco.

El retablo principal de la Capilla es de mármol jaspeado y de estilo neoclasico, obra fechada en el siglo XIX. Componen el retablo un sagrario de plata, sobre el que se sitúa en una hornacina  una imagen anónima del siglo XVII de la Inmaculada y a los lados dos Santos, encontrándose en su ático un Crucificado.

Foto de Rafaes.

Nuestra Señora de la Encarnación de los Terceros.


La Virgen de la Encarnación tuvo Capilla propia en la Iglesia de los Terceros. Pero al quedar extinguida  la Hermandad de la Esclavitud se fusionó con la Hermandad de la Cena.

 Hoy la imagen se encuentra en un retablo en el lado del Evangelio de estilo barroco (siglo XVII). Interesante es la imagen de la Virgen de la Encarnación, una obra anónima pero atribuida al maestro cordobés Juan de Mesa, con la particularidad, que desde su busto hacia abajo está tallada.

Foto de RV.

El retablo de Humildad y Paciencia de los Terceros.


Podemos ver este bello retablo en el crucero del templo de los Terceros de Sevilla, obra barroca de José Fernando de Medinilla hacia 1728.

 Ocupa la hornacina central de dicho retablo la imagen del Cristo de Humildad y Paciencia, obra anónima del siglo XVI, franqueado por San Roque y San Francisco.

Santa Justa y Rufina de los Terceros.


Muy interesante son las Santas Justa y Rufina que se encuentra en la Capilla de la Esclavitud del templo de los Terceros de Sevilla, imágenes anónimas del siglo XVI. Tiene la curiosidad la Giralda que se encuentra entre las Santas, que fue costeada por el conocido saetero Perejil.

Fue en el siglo XIX, tras la desamortización del convento desaparecido hoy de Santa Justa y Rufina de la calle vírgenes, cuando las Santas llegaron a esta Capilla de los terceros.