El retablo de la Santísima Trinidad de la Iglesia de Santa María la Blanca.


Este retablo de la Santísima Trinidad con reliquias en sus laterales se encuentra en la nave de la Epístola de la Iglesia de Santa María la Blanca, obra de estilo neoclásico del siglo XIX, procedente del Beaterio de la Trinidad.

El grupo de la Santísima Trinidad es obra del imaginero valenciano Blas Molner del siglo XVIII, al quien se le atribuye la Virgen de los Dolores de las Penas de San Vicente. Y la Piedad en la hornacina del banco también del XVIII, obra en terracota de autor desconocido.

El retablo de San Pedro de la Iglesia de Santa María la Blanca.


En la nave de la Epístola de la Iglesia de Santa María la Blanca podemos ver este impresionante retablo dedicado a San Pedro en la Cátedra, sede de la Hermandad de sacerdotes de la Cátedra de San Pedro, impulsada por Justino de Neve.

De mediados del siglo XVIII es el retablo, obra atribuida a Manuel García de Santiago. La imagen de San Pedro está flanqueada por dos Ángeles de muy buena factura con atributos, encontrándose en su ático una pintura que representa a la Epifanía.
  

Azulejo de la Virgen e la Luz.


Este precioso retablo cerámico se encuentra en la calle Virgen de la Luz, junto a la calle San Esteban, obra del gran artista Antonio Kiernam Flores hacia 1950. Un retablo que está rodeado de un marco de ladrillos vistos y un pequeño farol de forja.

Foto Google Heart.

Azulejo del Cautivo de Santa Ildelfonso.

Este magnífico retablo cerámico ( 1,49m. X2,30.) se encuentra en fachada lateral de la Iglesia de San Ildefonso de Sevilla, obra del prestigioso Don Antonio Kiernam Flores en 1955.

Azulejo de la Virgen del Carmen en San Andrés.


En el lado izquierdo de la Iglesia de San Andrés se encuentra este maravilloso azulejo, obra anónima del siglo XVIII.

Vemos en el zulejo a la Virgen del Carmen Coronada en una postura sedente con un escapulario con el escudo carmelita, al igual que el Niño Jesús con otro escapulario. Esta la Virgen sobre una nube y Ángeles que revolotean a su alrededor.

Foto de Rafaes.

La Fundación Blas Infante.


La Fundación Blas Infante es conocida como la Casa del Rey Moro, una de las más antiguas y a la vez bellas de Sevilla, siendo desde el año 2001 catalogada junto al Huerto Bien de Interés Cultural. Esta casa tiene dos fachadas de ladrillo visto, como la principal con dos puertas y balcón a la calle Sol, estando la otra en el callejón sin salida que se entra a los Jardines y Huerto.

Cayó en manos privadas la casa para convertirse luego en casa de vecinos, hasta llegar a la actualidad como la Fundación de Blas Infante. Su construcción es de finales de siglo XV. Toda una joya arquitectónica de estilo mudéjar que gracias a Dios ha llegado hasta nuestros días y no cono otras que han sido destruidas por mentes retorcidas.

El nombre de la Casa le viene según la leyenda del último Rey Moro de Niebla Aben Mafot, de cuando perdió su Ciudad combatiendo contra Alfonso X el Sabio, que es cuando vino a vivir a esta casa exiliado. Pero es de destacar, que es imposible que fuera esta casa del Reino Moro, al recogerse en las crónicas que la conquista de Niebla por Alfonso X fue en 1264, por lo que aún la casa todavía no estaba construida. Más sostenible de creer es, que el pueblo la llamo la Casa del Rey Moro por la arquitectura mudéjar de la misma.

Foto Google Heart.