Todavía quedan Hermandades que me recuerdan a la Edad Media .


Todavía hoy quedan Hermandades que me recuerdan a la Edad Media o como ustedes quieran llamarlo. Resulta que la queridísima y muy admirada Cofradía de los Gitanos quiere hacer un monumento funerario a la Duquesa de Alba, cuando ya tiene un monumento y tanto en Sevilla como fuera le rindieron en vida toda clase de homenajes.

No es que yo particularmente vea mal la iniciativa de la Cofradía de la Madrugá. Lo que pasa es que manda huevos en la situación que estamos atravesando y en especial Sevilla, capital del paro como muchas otras de Andalucía, capital insegura en muchos puntos que todos ya sabemos y capital del hambre en muchos buenos barrios que han sido azotados por la corrupción política y dejados de la mano de Dios, está grandísima Cofradía venga ahora con un monumento y en la situación que está Sevilla.

Cuando algún capricho se quiere, lo que hay que hacer es analizar antes la economía, quiero decir con esto, que si se tiene estupendo. Pero si no se tiene habría que esperar hasta que se tenga, no contar con los hermanos ni simpatizantes, perdón, devotos para que no suene a equipo de fútbol, porque seguro muchísimos hermanos no estarán de acuerdo, y más mirando para atrás a muchas familias que ni siquiera pueden ofrecerle a sus hijos un bocadillo para llevar al colegio. Todavía hoy quedan Hermandades que me recuerdan a la Edad Media.

España es de los países.


España es de los países con minúscula, que al que nace en él, lo maltratan hasta llevarlo al suicidio. No me extraña nada, que haya gente que no quieran escuchar su nombre.

El poder y las fulanas.

Desde que el poder existe, siempre los que estuvieron en él, llevaron a fulanas o zorras a su vera. Nada es nuevo HOY.

Azulejo de San José en la calle Teodosio.


Este precioso y muy conseguido azulejo se encuentra en la calle Teodosio, obra realizada por el artista Antonio Hornillos Pérez hacia 1950.

 Dicho azulejo fue elaborado en Cerámicas Santa Ana.

La portentosa cúpula de la Iglesia de San Buenaventura.


La portentosa cúpula de la Iglesia de San Buenaventura es toda una obra de arte, de las que quedan gracias a Dios todavía en Sevilla y pasamos de ella, no todos pero si una grandísima mayoría, de la que me atrevería a decir que hasta muchos estudiantes de Historia.

Esta la cúpula pintada por el conocido pintor Herrera el Viejo, en la que vemos las imágenes de San Francisco de Asís, San Luís de Anjou, San Bernardino de Siena, San Jacome, San Antonio de Padua, San Juan de Capistrano, San Pedro de Alcántara y San Buenaventura.

El retablo de la Inmaculada de la Iglesia de San Buenaventura.


Este bellísimo retablo de la Iglesia de San Buenaventura es obra del gran tallista Manuel Guzmán Bejarano, el que se inspiró en la hornacina del retablo mayor de dicha Iglesia.

La maravillosa Inmaculada y muy desconocida para muchos que vemos es de origen italiano, de la escuela napolitana del siglo XVIII. Esta imagen  estuvo en el altar mayor hasta la reposición de la Inmaculada llamada "la Sevillana", pasando al Sagrario y luego al actual retablo donde hoy se encuentra.

Foto de Rafaes.

La torre de la Iglesia del San Marcos.


Esta bellísima y esbelta torre es la herencia del minarete de la mezquita del siglo XIII, de planta cuadrada y construida de ladrillo. Tiene la curiosidad si se fijan bien y no a la carrera, de que su decoración y ventanas son diferentes en las cuatro caras.

Como podemos observar en la foto, la decoración de la Torre es muy parecida a la de la Giralda o Omnium Sanctorum, con ventanas geminadas y paños de sebka. Siendo el campanario de 1603 atribuido al arquitecto Vermondo Resta.

 La torre fue restaurada mediante la obra financiada del Conde de Urbina, encargándose del trabajo el arquitecto Aníbal González, quien le añadió los arcos del frente oriental y la ventana más baja.

         

El estudio de John Fulton.


Estuvo el estudio de John Fulton en la Plaza de la Alianza, del que todavía se puede ver y leer su rótulo. Este artista de Estados Unidos llegó a ser torero, tomando su alternativa en la Maestranza en 1963, donde fueron esparcidas sus cenizas al fallecer y todavía no había antitaurinaos.

Al no tener mucha suerte con los toros, decidió quedarse en Sevilla y dedicarse a su otra pasión, pintar,  arte que se le daba bastante bien y un servidor ha tenido la suerte de poseer algunos dibujos de el artista.

Estudio de John Fulton y dibujo del artista que poseo, titulado: Orgasmo.

Calle Cruz Verde.


La calle Cruz Verde, según Don Santiago Montoto debe su nombre a un antiguo crucero con una Cruz de hierro pintada en verde, la cual estuvo hasta el siglo XIX situada en el centro del cruce de calle Cruz Verde con calle Palacio Malaver. 

Dicha cruz servía para indicar el límite entre las Parroquias de Omnium Sanctorum y San Juan de la Palma. Hoy la conocida Cruz Verde, se encuentra coronando la bella torre de la Iglesia de Santa Marina.

Iglesia de Santa Marina.


Azulejo con el nombre de la calle.

El retablo mayor de la Iglesia de Santa María la Blanca .


El retablo mayor de la maravillosa Iglesia de Santa María la Blanca es de estilo barroco del siglo XVII, el que se cubre mediante bóveda de cañón decorada con yeserías al igual que el resto de las cubiertas.

Preside el retablo la imagen de Nuestra Señora de las Nieves, obra de Juan de Astorga hacia 1832. Como curiosidad hay que destacar sus dos columnas salomónica, las que fueron las primeras de este estilo que se pusieron en Sevilla. Una Iglesia más que recomendable de ver no sólo por su patrimonio, sino por su historia.