Una Trinidad de Luis Tristán en la Catedral.


Esta curiosa y magnífica pintura de la Trinidad se encuentra en la Catedral sevillana, obra realizada en 1624 por el pintor toledano Luis Tristán, una obra que por la expresividad de sus figuras nos recuerda al Greco. Es esta una de las escasas obras de Tristán que en Andalucía hay, por esto la Catedral de Sevilla no sólo es un templo, es un Museo por todo lo que en ella guarda.

Foto de Wikimedia.


Mide el cuadro de Tristán (149x97cm), en el que se representa a Cristo muerto por el Padre Eterno y la paloma del Espíritu Santo. Si nos fijamos bien, la figura de Cristo es la que casi ocupa toda la composición, es como diciéndonos el artista, que es la más importante y que sólo nos fijemos en ella. Como curiosidad comentar, que Luis Tristán tomó como modelo una estampa de Durero.

El Cristo de las Penas de Almensilla (Sevilla).


En la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua de Almensilla (Sevilla) nos encontramos con la imagen del Cristo de las Penas, obra anónima del siglo XVI y bastante desconocida. Suele pasar que al no está en la capital, muchos sabios lo ignoran y lo apartan como a otras muchas imágenes que no tienen el bombo semanasantero, no hay más.


Nos sobrecoge del cristo de las Penas su serenidad y belleza, como la suave inclinación de su portentosa cabeza. Destacando del mismo su maravillosa anatomía, la que pocos artistas hoy consiguen con esa naturalidad.

Una Asunción de la Virgen de Matías de Arteaga en el Palacio Arzobispal.


La maravillosa pintura de la Asunción de la Virgen se encuentra en el techo el anteoratorio del Arzobispado de Sevilla, obra realizada por Matías de Arteaga hacia 1669 de (5,40x1,86cms).

Foto El País.


Aparece la figura de la Virgen elevada y con Ángeles, mientras que en lo alto está la Santísima Trinidad. Una gran obra de arte y de la que nos llama la atención al verla, el apostolado que la rodea. Todo un espectáculo del arte.

La Resurrección de Juan de Oviedo del Salvador.


Realizó este bellísimo relieve el arquitecto y escultor Juan de Oviedo a principios del siglo XVII, el cual se encuentra en la Iglesia del Salvador de Sevilla. Dicho relieve perteneció al antiguo retablo, diseñado por Miguel de Zumarraga, siendo este junto a la Adoración de los Pastores los dos únicos que quedan de Juan de Oviedo.

Foto de 123RF.


Se representa en el relieve la Resurrección de Cristo, junto a los soldados romanos que custodian la tumba. Y rodeando a Cristo una orla de cabezas de Ángeles, un relieve del que hay que destacar el manto de Cristo, el que está tallado con una grandísima maestrías.