La cabeza.


Prefiero tener la cabeza despejada, y no confundan con la segunda, que tenerla amueblada. Me pesaría mucho.

Me engrandezco


Y dijo el bohemio:  Me engrandezco de alegría al saber que alguien me cae del carajo este bien de ánimos y siga de frente, le pese al que le pese.

Mamón.


Mamón: Palabra que lleva maldad y que esta especie no ha mamado bien.

Siesta.


Y dijo el bohemio: Duermo la siesta de 2 a 6 y a quien le pese al CARAJO se vaya. Gracias por comprender este pedazo de ritual somamones.

El sevillano.


Es realidad, el sevillano o sevillana, para que estas no se sientan discriminadas, cada vez más se cagan en sus palabras. Pero no pasa nada...Viva Sevilla.

La mente.


La mente es un mundo en el que nunca se terminará de estudiar. Puede hacer tantas cosas como quiera, para bien o para mal, es maquiavélica y a veces se vuelve loca y muy peligrosa. No creo en los psiquiatras pero a más de uno como una no le vendría nada mal hablar con alguien de fuera de su entorno, la mente, la mente, un mundo dentro del mundo.

El primer coleccionista de Arte.

Más de una, dos y hasta tres mil veces habremos escuchado la palabra Mecenas sin indagar en ella. 

Mecenas fue un potentado romano y gran amante del arte, quién protegió a numerosos escultores y arquitectos, los que cuando realizaban las obras para el las exponía en el atrio de su villa para hacer ostentación de ellas. 

Se dice que fue tan grande la cantidad tanto como la calidad de obras de artes que atesoro, que se le puede considerar como el primer y más importante coleccionista privado de Arte de la historia. Hoy a Mecenas le hubiera salido más pariente que a Julio Iglesias.

Educación.


Me he dado cuenta que en este mini-país el problema no es la educación, esa que todo el mundo cree tener, no. El problema es la atrevida ignorancia de muchos como muchas que se meten donde no son llamados o te entran como si te conocieran de toda la vida, y un pimiento por no decir carajo, que al final lo he dicho.

Aristófane, ¿un poco machista?.


Pues no lo sé, a mí no me digan nada que como está el patio seguro que entra una y me pone verde. El dramaturgo griego Aristófanes (450 a. C 385 a. C) era un misógino convencido. Se llego apostar con unos amiguetes a que no serían capaces de encontrar nada peor que una mujer. 

Los amiguetes contento y convencidos de que ganarían la apuesta aceptaron el reto y empezaron a responder:
La muerte dijo uno.
La guerra dijo otro.
La enfermedad dijo el tercero.
Y Aristófanes tela pero del telón de rotundo les dijo que habían perdido la apuesta. Diciéndoles que lo único que hay en el mundo peor que una mujer es otra. Yo no digo nada que luego todo se sabe, opinen ustedes mismos.

El gran Diógenes.


El gran Diógenes crítico toda su vida el lujo y la corrupción, (seguro que ya se olía algo de España), pasando los últimos años de su vida como un mendigo. 

Al enterarse de ello Alejandro Magno fue al expresarle su admiración y le encontró tomando el sol en una plaza pública, no se crean que estaba en Chipiona, diciéndole, dime que desea y te será concedido, a lo que Diógenes contestó: Apártate y no te interpongas ante el SOL y mi persona. Aprendan o inténtenlo señores políticos.