El curioso origen del nombre del Vaticano no es como muchos creen bíblico. Fueron los etruscos los que tomaron un lugar como cementerio en la pendiente de una colina fuera de la antigua ciudad, la que con el paso de los años acabó llamándose Roma. Siendo el nombre de la diosa etrusca que guardaba la necrópolis Vatika.
Según la leyenda, siglos después, fue el lugar destinado para un circo (lo que hoy vivimos a diario con nuestros políticos), lugar donde fue ejecutado San Pedro, crucificado boca abajo y enterrado cerca.
Es Constantino, primer emperador católico, quien fundó en dicho lugar un santuario cuando ya se conocía como la Colina Vaticana. Y siglos después se construyó el palacio papal. Así es el origen etrusco, el que corresponde a una diosa pagana el que le da nombre al archicinocido Vaticano.