Curiosidades y Cofradías. : 12/30/14

El paso de 1851 del Cristo de la Conversión.

Estreno la Hermandad de Montserrat en 1851 un bello paso con sabor romántico, de esbelta canastilla y hojarascas doradas, obra atribuida a Juan Rossy, que con cuatro ángeles que adquirieron remataban las esquinas portanto cada uno atributos de la Pasión del escultor Manuel Gutiérrez Reyes Cano, quien los realizó en 1900.

Este paso en 1944 lo adquirió la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Necesidades de la localidad cordobesa de Cabra, dejando de sacarlo en 1980 por su mal estado. Hoy solo saca los Ángeles de Gutiérrez Reyes todos los Miércoles Santo.

Nuestro Padre Jesús de las Necesidades de Cabra,

Las imágenes secundarias de las Cigarreras de Buiza.

La Hermandad de las Cigarreras tuvo a su titular en 1974, obra de Francisco Buiza, más dos sayones azotando al Señor y un centurión romano en su escena. Pero en 1982, al acudir la Hermandad a Buiza para que retocara el misterio y al poco tiempo morir no se pudo llevar a cabo.

Por esto en 1985 la Cofradía encarga a Francisco Berlanga discípulo de Buiza la reforma de los sayones, a los que sustituye las cabezas por otra nueva siguiendo la línea de Buiza hasta 1996, que incluye un nuevo romano, obra del imaginero Navarro Arteaga.

Ya en el año 2003, la Hermandad optó el cambio de su misterio encargando a Navarro Arteaga la recreación del mismo, sólo quedando el Señor de Buiza. Fue entonces cuando vendieron las imágenes anteriores a la Hermandad de la Columna y Azotes de Bollullos Par del Condado.

Figuras secundarias de las Cigarreras en Bollullos Par del Condado.

El paso de 1846 del Nazareno de Triana.

Estreno en 1846 un bellísimo pasó de autor anónimo Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Hermandad de la O, de estilo barroco y líneas rectas.

Las anda fueron vendidas en 1976 a la Hermandad del Santo Entierro de Carmona, dónde de se encuentran hoy procesionando todos los Sábados Santo.

El cura de San Gil que fue enterrado vivo fuera de la Iglesia.

Fue en una de las audiencias públicas dada por el rey D.Pedro I el Justiciero, cuando recibió la visita de varios vecinos de la Parroquia de San Gil, quienes pusieron en conocimiento del rey que había fallecido en la Parroquia un pariente cercano de los mismo y el cura se había negado a darle cristiana sepultura por carecer de bienes y fortuna la familia. Así fueron muchos al igual que hoy.

Luego dirán mucho curitas que siempre fueron de humilde y con el pueblo, cuando eso no se lo creen ni ellos mismos, aquí una vez más se puede demostrar el interés de éstos por los bienes de los demás.

Cuando el rey D.Pedro se enteró de la reclamación de los vecinos ordenó que al día siguiente comparecieran los denunciantes en la plaza de San Gil, donde el mismo haría justicia. Tal determinación del monarca causó un revuelo por todo el vecindario de San Gil, cuyos vecino esperaron con ansias tan señalado día. Llegando la hora fijada por el rey D.Pedro se presentó en la Iglesia San Gil y ordenó al cura que mandase cavar una fosa delante de la puerta del templo. Abierta la fosa el cura de San Gil como los parientes del difunto esperaban con impaciencia oír la voz de D.Pedro, cuando de pronto todos asustados empezaron a escuchar la orden del rey mandando que el cura fuese enterrado vivo en la fosa abierta a su presencia, y los restos del cadáver por la negativa del curita recibieran cristiana sepultura dentro de la Iglesia de San Gil. Toda una lección que aunque parezca dura, habría que dársela a más de uno.

Retrato de 1857 de Pedro I en el Consistorio hispalense. Estuvo en la galería del Palacio de San Telmo y fue una donación de la Infanta doña María Luisa Fernanda.