Carlos Cañal.


Nació Carlos Cañal y Migolla el 3 de Septiembre de 1876 en Sevilla, y falleció el 11 de Septiembre de 1938 en Sanlúcar de Barrameda. Fue abogado, arqueólogo, historiador y político; ministros de Abastecimiento, ministro de Trabajo, el que actualmente en España no hay y ministro de Gracia y Justicia durante el reinado de Alfonso XIII. Obtuvo en 1896 el Grado de Doctor en Filosofía y Letras por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, y en 1899 fue designado concejal del Ayuntamiento de Sevilla.

En su juventud Carlos Cañal se dedicó a la arqueología, ejerciendo de profesor auxiliar de la Universidad de Sevilla. Fue miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, y adscrito a las filas conservadoras obtuvo acta de diputado por el distrito electoral de Utrera tras las elecciones de 1903 y ejerció el cargo de fiscal del Tribunal Supremo.

Es entre 1927 y 1930 cuando Carlos Cañal fue miembro de la Asamblea Nacional Consultiva de la dictadura de Primo de Rivera,  en 1927 vocal designado de la Comisión Permanente de la Exposición Iberoamericana de Sevilla y en 1930, Comisario Regio-Presidente de la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Destaca de sus abundantes publicaciones; Política seguida con los judíos por los reyes castellanos, La prehistoria en España o Sevilla prehistórica.

Américo Vespucio.



Nació Américo Vespucci el 9 de Marzo de 1454 en la bella Florencia. Al tener sus padres una buena posición económica le pudieron dar una gran educación, sobresaliendo de los maestros que tuvo Giorgio Antonio, su tío, filósofo que impartía clases a la mayor parte de la nobleza florentina. Américo estudió latín, literatura, física,  geometría, astronomía y cosmografía, quien conoció a importantes humanistas de la Florencia renacentista.

Tras la muerte de su padre en 1482, Américo entró al servicio de los Médicis, familia que dominaba políticamente Florencia y mantenía negocios en toda Europa. Siendo enviado en 1492 a Sevilla para trabajar en una casa comercial que los Médicis mantenían, donde destacó rápido como agente de esta empresa, la cual lideraría el negocio de aprovisionar los barcos que zarpaban a las Indias, entre ellos los del conocido Cristóbal Colón, estableciendo importantes contactos para su futuro como navegante por ubicarse cerca de la Corte Española. 

Sería en 1496, al fallecer Belardi, cuando Américo decidió incorporarse a las expediciones de exploración a los nuevos territorios que por aquella época estaban realizando. Existe alguna que otra polémica acerca del número de viajes que el florentino emprendió rumbo a América; unos sostienen que hubo cuatro travesías y otros que sólo hubo dos. La primera se llevó a cabo bajo el auspicio de los Reyes Católicos a partir de 1499, viaje que fue comandado por Alonso de Ojeda y recorrió las islas de la Trinidad y Margarita, penetrando e el Golfo de Maracaibo donde un poblado indígena inspiró a los viajeros el nombre de Venezuela o la pequeña Venecia. La otra travesía se inició en 1501, esta con el apoyo de Portugal, la que llevo a Américo a bordear la costa oriental de América llegando más allá de la Plata.

Por sus estudios y experiencia en la mar, Américo concluyó que había alcanzado un continente desconocido por Europa y no el territorio insular asiático como creía Cristóbal Colón. Siendo el florentino quien bautizó a América como Nuevo Mundo en célebres escritos como "Mundus Novus"  (1504), llamándose América por el alemán Martín Waldseemüller en homenaje a Américo Vespucci. Es en 1505, cuando el florentino se establece en Castilla y León, pasando aquí a llamarse Américo Vespucio, y se casó con María Cerezo. Era tanta la fama que tenía por estos tiempos que fue invitado a participar junto a cartógrafos y navegantes ilustres en la Junta de Burgos. Recibió el título de piloto mayor en 1508 de la Casa de Contratación creada en Sevilla en 1503, pasando aquí sus últimos años de vida hasta que falleció en 1512.