La Puerta de Jerez.


La famosa Puerta de Jerez de Sevilla es una plaza de las más transitada, presidiéndola una bellísima fuente en su centro, obra de Manuel Brackembury de 1929. Encontrándose a sus alrededores el maravilloso edificio del Hotel Alfonso XIII, la Capilla de Santa María de Jesús, el bello Palacio de Yanduri, la Casa de la conocida familia Guardiola y el edificio del antiguo Hotel Cristina.


Toma el nombre de La Puerta de Jerez de la primitiva puerta de la muralla, denominada con dicho nombre porque desde este sitio salía el camino principal a la tierra del vino, Jerez de la Frontera. La primera puerta almohades fue derribada en 1846, para edificar en su lugar otra de una gran monumentalidad de estilo neoclásico, la cual no duró mucho por ser también derribada por mentes analfabetas en 1864. Una puerta por la que cruzaba el arroyo Tagarete bajo un puente. Pero sin Cofradías.

No existió esta plaza de La Puerta de Jerez hasta principios del siglo XX, cuando se abre con motivo de las obras de preparación de la Exposición Iberoamericana de 1929.  Recordar, que en este lugar se levantó la antigua Universidad de Santa María de Jesús, quedando hoy la muy desconocida para muchos Capilla.


Como curiosidad comentar, que fue en 1864, cuando al derribarse la muralla quedó sólo una manzana de casas en el centro de la plaza. Y a la Casa antes citada de los Guardiola se accedía por un callejón estrecho y sin salida. Esta plaza ha sido conocida también con los nombres de Plaza de Andalucía y Plaza de Calvo Sotelo.


El Palacio Arzobispal de Sevilla.



Fue después de la Reconquista de Sevilla en 1248, cuando el Rey Fernando III son cedidas unas casas en 1251 por el mismo Rey a Raimundo de Losada, obispo de Segovia para que se estableciese en la ciudad. Dichas casas estaban edificadas sobre construcciones almohades, las que estaban construidas sobre un conjunto termal de la época romana.

Del maravilloso Palacio mandado a levantar por el primer obispo después de la Reconquista de Sevilla don Raimundo, apenas quedan resto alguno. Un Palacio que a lo largo de los siglos sería ampliado hasta llegar como lo vemos en la actualidad.

Resalta del Palacio la portentosa portada de estilo barroco, obra de Lorenzo Fernández de Iglesias y de Diego Antonio Díaz en el siglo XVIII, considerada una de las mejores del barroco sevillano. Hay que recordar, que este Palacio fue ocupado durante la Grerra de la Independencia, siendo utilizado como sede de la Comandancia General del Ejército y resistencia del Mariscal Soult, como años después fue estancia de los Duques de Montpensier por estar en obras el Palacio de San Telmo. 

De los tesoros que dicho Palacio atesora el qué más nos llama la atención es su importante pinacoteca, en la que se encuentran grandes obras de Zurbarán, Murillo, Valdés Leal, Herrera el Viejo o Francisco Pacheco. Todo un conjunto monumental digno de ser visitado.