La devoción a las Cinco Llagas de Cristo.



La devoción a las Cinco Llagas de Cristo hace referencia a las Cinco heridas que recibió en su crucifixión. Estando vivo le clavaron unos clavos en ambas manos y pies a la Cruz, y muerto recibió una herida en el costado derecho por una lanza que le atravesó el tórax alcanzando el corazón. Este culto , teologicamemente a las Cinco Llagas recuerda la dimensión humana de Cristo al mostrarla como emblema de sufrimiento, vinculando a Jesús con el Antiguo Testamento por ser presentado como el cordero llevado al matadero de la profecía de Isaías.

Fue iniciada la devoción de las Cinco Llagas por San Francisco de Asís, quien según tradición estando en éxtasis recibió directamente del Crucificado estos estigmas en su cuerpo. Por esto es la Orden de los Frailes Menores una de las mayores impulsoras de la misma y usa como emblemas propios distintos símbolos que la representan como el escudo de las Cinco Llagas.

Según la leyenda, cuando San Francisco de Asís se encontraba ante el Crucifijo en oración descolgó un brazo de la Cruz para estrecharse en un abrazo con el Santo.

Es a partir del siglo XVI, cuando los Frailes Menores establecieron en sus casas principales de Castilla y Andalucía Hermandades de disciplinantes, siendo su devoción corporativa la Vera Cruz, las que adoptaban junto a la Cruz latina verde el escudo de las Cinco Llagas como emblema identificativo. El Ejercicio de las Cinco Llagas se vincula con la devoción del Sagrado Corazón de Jesús.