Por aquí, a los golfos políticos le comunicamos muchas cosas. Muchísimas diría yo, pero ellos harán lo que les de la gana, por eso son unos grandes tiranos e indeseables. De nada vale lo que se les diga por aquí señores, solo para un falso desahogo del cuerpo.
Ineptos.
Ineptos, tendríais que dimitir uno a uno panda de granujas. A España no llega nada de nada. Pregunta en una farmacia por guantes o mascarillas y te dicen lo mismo, para la semana que viene tienen previsto de llegar, previsto, y u carajo para ustedes, no hay, y si hay va a donde estos hijos de la gran puta quieran.
Una curiosa anécdota del torero Lagartijo.
Foto Wikipedia.
Fue Rafael Molina Sánchez, más conocido como «el Lagartijo» un gran torero cordobés, considerado por muchos como el mejor de su época a finales del siglo XIX.
Es «el Lagartijo» el primer califa de la tauromaquia cordobesa. Este gran personaje en una tertulia coincidió con uno de sus mejores admiradores, Francisco Romero Robledo, ministro durante el reinado de AmadeoI, Alfonso XII y la regencia de María Cristina, y le dijo Robledo: Puedes estar orgulloso, Córdoba tiene dos personajes excepcionales: Tú y Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.
Por un momento, el torero cordobés se quedó pensativo y le dijo: Gracias don Francisco, pero no me salen las cuentas. A ver Gonzalo Fernández de Córdoba y yo somos dos, pero se deja usted al Gran Capitán. Como ven, ni idea de como se llamaba, pero lo conocía, hoy algunos no tienen ni la más remota idea de quién fue el Gran Capitán.
Los Escríbanos en la Hermandad del Dulce Nombre de Sevilla.
La Hermandad del Dulce Nombre, más conocida por "La Bofetá, iconografía de su paso de misterio fue fundada en 1584 por los escribanos públicos con la finalidad de socorrer a los niños huérfanos y desamparados de la ciudad. Siendo aprobadas sus Reglas al siguiente año.
Quedó casi al borde de la extinción con motivo de la gran epidemia de peste de 1649, y tras varias vicisitudes, a finales del siglo XVIII quedó extinguida.
Es en 1919, cuando un grupo de jóvenes cofrades consiguieron la autorización para refundar dicha Corporación en la Parroquia de San Román. Hermandad, que más tarde se trasladó al convento de San Antonio de Padua y en 1968 a la Parroquia de San Lorenzo, donde actualmente sigue. Esta Popular y clásica Hermandad hace estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral el Martes Santo.
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