El Simpecado antiguo de la Hermandad del Rocío de Villamanrique.



Nos encontramos ante uno de los Simpecados más bellos del Rocío, como es este de la Hermandad de Villamanrique de la Condesa. Este Simpecado data de la primera mitad del siglo XVIII, y está bordados en hilos de plata sobre terciopelo rojo, color litúrgico de Pentecostés.

Ocupa el centro del Simpecado una curiosa pintura de la Virgen del Rocío, viéndose detrás un paisaje con una antigua ermita, y a su alrededor unas carretas y algunos personajes de la época. La Virgen está vestida de Reina, con una saya azul bordada con flores de colores en estilo rococó. Una pintura muy parecida al grabado que mandó hacer Alonso Tello de Eslava, canónigo de la Catedral sevillana y quien regaló a la Virgen del Rocío en 1733 un traje.

Podemos ver en la parte inferior de la pintura, en el centro de la peana una cartela que tiene la inscripción: "SE HISO ESTE RETRATO DE NTRA.SRA. DEL ROSÍO Y SE BORDÓ EL SIMPECADO, SIENDO HERMANO MAYOR JUAN PONCE A DEVOCIÓN DE VARIOS DEVOTOS".

Fue restaurado este magnífico Simpecado en el año 2001 por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Una verdadera joya digna de cualquier Museo

El San José de la Iglesia de la Magdalena de Villamanrique.



Esta fantástica imagen de San José con el Niño la podemos ver en la Iglesia de la Magdalena de Villamanrique de la Condesa, en un bello retablo realizado por Diego López Bueno en el siglo XVII. Dicha imagen portentosa pertenece a la Escuela del genial imaginero Juan de Mesa.

De estilo renacentista es el retablo, el cual presenta un basamento adornado con pinturas de roleos de Acanto y está centrado por un Sagrario, en el que podemos ver en su puerta un Ecce Homo. Sin dejar de observar en su ático un lienzo de San Francisco de Asís, gran obra del círculo de Francisco Pacheco.

Hay que destacar de esta imagen de San José y el Niño los pliegues que muestran las túnicas y la sublime dulzura de sus rostros,  lo que hace que nos acerquemos para rezarle.