El entierro del gran torero y único, como fue José Gómez Ortega (Joselito el Gallo) es uno de los entierros en Sevilla que más gente acudieron por la fama de su protagonista. Pues ni una procesión de las de hoy de esas extraordinaria lleva tanto acompañamiento como llevó nuestro recordado torero.
Fue el 16 de mayo de 1920, cuando Joselito es cogido mortalmente por un toro en la Plaza de Toros de Talavera de la Reina, cuyo féretro fue llevado a hombros y acompañado desde la Estación al Cementerio de San Fernando, donde descansa en el portentoso monumento que le hiciera el escultor Benlliure.
Se celebraron los funerales en Catedral sevillana, lo que provocó cierta polémica en un sector sevillano (y entonces no estaban o no había tantos aburridos antitaurinos), hoy hubieran liado la de San Quintín. Al celebrarse también en San Gil, donde residía su Hermandad querida de la Macarena, se montó en honor a Joselito un túmulo, el que podemos ver en esta maravillosa e histórica foto le pese a quien le pese, estando para tal ocasión la Macarena vestida de luto por el genio de Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Túmulo de Joselito en San Gil.