Es increíble que todavía nos creamos la ayuda de muchas instituciones a otras como algo milagroso, cuando no ayudan en verdad a lo verdaderamente natural de la vida, al ser humano, ese que está pasando cada vez más necesidades y cada vez lo estan dejando más sólo.
Una gran mayoría de la sociedad es la misma que pertenece a ONG o a instituciones benéficas y yo no sé cuantas cosas má. Pero siempre buscando algo que le dé, aunque sea un céntimo de euro, siempre pensando en lo mismo, en el dinero, en el subir de puesto en el trabajo por un amiguete altanero o de algún conocido del altarero, olvidándose muchos hasta de su propio hermano, primo o cuñado, que no pueden ya ni siquiera llevarse un plato de comida a la boca.
Pero no pasa nada, lo importante es estar ahí, donde quedar bien y estar asegurado, no como en el lado de la pobreza, que nada está seguro, sólo el día a día.