La grandeza de la Catedral sevillana.



Siempre he dicho, que la Catedral de Sevilla es mundo. Palabras que dijo el gran Azorín y que no se equivocó, porque es más de un mundo, para que lo entendamos bien, barios mundos por todo lo que atesora entre sus muros. Y si no se lo creen visítenla. Pero sin prisas y fíjense en sus miles y miles de detalles, los que uno a uno nos explican algo.


Y de Azorín nos vamos con Teófilo Gautier, quién dijo de la Catedral sevillana que era una «Montaña Hueca», o que «haría falta un año entero para visitarla a fondo, y aún así no se habría visto en todo sus detalles». Totalmente de acuerdo con Gautier, es imposible en un año de conocer a esta Giganta como es la Catedral sevillana, la que sigue sorprendiendo a extranjeros y españoles a diario cuando la visitan y se pierden en su mundo.


También hay que recordar las famosas palabras que dijo en el siglo XIX, el inglés George Borrow,  conocido como Don Jorgito, quién fue vendedor de Biblias  y el que hizo un libro llamado la Biblia en España, en el que dice lo siguiente al ver la Catedral de Sevilla después de la Catedral de Notre Dame de París: «Casi mezquina y sin importancia y más parecida a una casa consistorial que a un templo del Eterno». Las comparaciones son odiosas. Pero aquí lo deja claro Don Jorgito, que con la de Sevilla nada tiene que hacer la de Notre Dame, por eso nunca comprenderé que haya gente aquí, que le den más bombo a algo de fuera cuando aquí lo tenemos y a la mano.

Llantos en el Callejón de la Inquisición.




Se encuentra el Callejón de la Inquisición en Triana, el que entre los siglos XV y XVIII la Santa Inquisición sevillana tuvo su cede en el Castillo de San Jorge a orillas del Guadalquivir. En este castillo estaban las cárceles del terror, en la que los condenados muchas veces morían de impotencia y pánico antes de las torturas a las que serían sometido.

Cuentan que aún en estos tiempos todavía se escuchan llantos y gritos de las ánimas de los condenados, con el sonido del arrastre de sus cadenas. No siendo de extrañar si solo nos imaginamos un poco el sufrimiento que pasarían aquellos condenados, y la mayoría de las veces por pensar diferente de la Iglesia, la que no supo demostrar para nada la piedad de Dios.

El final trágico de Elvira Mendoza en el convento de San Leandro.


Convento de San Leandro.



Esta historia o leyenda que a continuación vamos a contar tuvo lugar en el recoleto y precioso convento de San Leandro de Sevilla, donde la joven Elvira Mendoza tras morir sus padres heredó una gran fortuna e ingresó en el convento convencida por el tutor y un fraile. Dos pícaros de mucho cuidado que lo único que buscaban era la fortuna de la joven, por eso la convencieron de entrar en San Leandro.

Pasado unos días, la joven Elvira se dio cuenta de la trama de los dos pícaros, por lo que solo le quedaba esperar a que su hermano Juan de Mendoza la sacara de su cautiverio. Pero el muy cerdo tutor le dijo que su hermano se había casado y la había olvidado para siempre, una mentira más a la pobre Elvira para que olvidara su fortuna y el quedársela al completo.

Sería en una tarde del frío Diciembre cuando Elvira a sentirse muy deprimida subió al campanario del convento, donde terminó con su amargura ahorcándose con las cuerdas de las campanas, las que sonaron tristemente mientras ella era elevada y descendida. Era como una maldición. Pues al poco tiempo tanto el tutor como el fraile murieron apuñalados entre ellos en una riña por el dichoso dinero. Y luego dicen que el dinero no trae disgustos, no, pero sí más de una muerte. Cuentan que más de una vez las campanas del convento por Navidades en San Leandro han sonado solas, como si fuese en honor a Elvira de Mendoza.

Los fantasmas del antiguo restaurante Viandas.


Fue el restaurante Viandas todo un referente de las historias paranormales, el que cerró para abrirse otro establecimiento de similares funciones. Todo empezó al realizarse las obras de reforma del establecimiento, en el que los trabajadores notaban el cambio de sus herramientas de sitio, o como la puerta de acceso aparecía abierta por la mañana cuando fue cerrada con llave el día anterior. Algo fuera de lo normal.

En el año 2001, algunos camareros del restaurante Viandas vieron más de un suceso, como el movimiento de objetos y también notaban  presencias invisibles que hasta dicen llegaron a tocar a más de uno. Decían oir lamentos extraños, se notaba una brusca bajada de temperatura y más de una vez saltaba la alarma. Un lugar que cuando cerraba aparecía al día siguiente con las ventanas y puertas abiertas, como si no quisieran esas presencias fantasmales en el lugar que se adentrarse nadie.

Los seres fantasmales que habitaban el restaurante Viandas llegaron en alguna que otra ocasión a llamar por su nombre a algún camarero, los que apresados del miedo ni querían ir al cuarto de baño solo. Este lugar parece ser que está como en una zona maldita. Pues antes del restaurante ya paso más de una tragedia como la del tranvía de 1946, que al descuidarse se llevó a varios vecinos por delante, o el aterrador arcón de madera con el cuerpo de un niño muerto del que no nunca se supo nada y que lo dejaron en la puerta del edificio. Una historia o leyenda que muchos  pasarán un pimiento, pero un servidor no, por eso a más de uno lo invitaría a cenar pero solo en el lugar y con velas, a ver si tienen los muy valiente c****** de aguantar.

El Cementerio de los ingleses y el niño que llora.



El Cementerio de los Ingleses de Sevilla se encuentra a poca distancia del monasterio de San Jerónimo de Buenavista. Siendo John William, vicónsul quien adquirió el terreno 1855, para servir de lugar de enterramiento a todos aquellos marineros ingleses que fallecían de tuberculosis en la provincia, cuyos cuerpos no podían ser repatriado.

Se encuentran en dicho cementerio enterrado algunos personajes ilustres como John Serrop, héroe que durante la Guerra de la Independencia Española luchó contra los franceses y cayó muerto junto al puente de Triana; y Bernard Whishaw, precursor de un museo arqueológico en la calle Ángeles. Un cementerio que a lo largo de su historia a servido para dar sepultura a casi 300 personas, y no solo a ingleses, sino también a estadounidenses y alemanes.

Y antes de terminar contaremos una leyenda, esa que a mí particularmente me gustan tanto y que a muchos eruditos nada de nada. Fue el protagonista de la leyenda un padre, el que por motivos que se desconoce mató a su hijo, y no pudiendo soportar el remordimiento tras el terrorífico acto se suicidó, por lo que ambos cuerpos fueron enterrados en el Cementerio de los Ingleses. Por eso por la noche un llanto infantil se deja oír en la tumba del hombre cómo venganza del hijo, el que parece no querer que su padre descanse en paz por tal brutal crimen. Aparte de esta leyenda hay que decir, que en este camposanto se ha dado diversos fenómenos paranormales.

El sacerdote José Sebastián y Bandarán.


Don José Sebastián y Bandarán a los pies de la antigua Virgen de la Merced de la Hermandad de Pasión.


Nació el sacerdote y Cofrade don Jose Sebastian y Bandarán el 15 de Diciembre de 1885 en Sevilla, y falleció el 21 de Noviembre de 1972. Reposando sus restos desde 1987 en la Capilla de los Marineros.

Fue Bandarán director espiritual de varias hermandades de Sevilla, en las que ocuparía puestos importantes como el de camarero del Señor de Pasión. También nuestro sacerdote fue quien creo la colocación de un tribunal conocido como "patíbulo" a la entrada de la Carrera Oficial en la famosa y archiconocida plaza de la Campana, para controlar el horario de las hermandades. A las que hoy habría que controlarles otras cosas. 

Por todas las colaboraciones con las hermandades que tuvo a lo largo de su vida como sacerdote, le concedieron algunas la Medalla de Oro, como por ejemplo la del Silencio. Lo nombraron Hermano Mayor Honorario del Museo, Hermano de Honor del Cachorro, Hermano Mayor Honorario de la Estrella, del Valle y otras más. Por esto le rindieron todas las Cofradías un homenaje en 1966, y el Ayuntamiento lo distinguió con la Medalla de Plata de Sevilla en 1965, como también con una calle en la barriada Murillo.

El cofrade Francisco Rincón Hernández.



Nació este gran cofrade el 4 de Julio de 1923 en Sevilla, y falleció el 18 de Diciembre del 2014, autor de varios libros curiosos sobre las hermandades de Sevilla con el título "Casi todo sobre la Hermandad de". Libros que se han hecho unos clásicos con el paso del tiempo.

También escribió Francisco Rincón Fernández un libro para la Semana Santa de Sevilla con el título ¿Hablamos de Cofradías?. Hablar, que palabra más importante y que poco se da en las cofradía, pues se pelea más gritando últimamente que hablando y arreglando las cosas por las buenas.

La Bocina en las Cofradías de Sevilla.



Foto de todocolecion. Nazareno de la Hermandad de la Mortaja de Sevilla.


Es la Bocina una insignia en forma de trompeta, la que lleva unido a un tubo paño de terciopelo casi siempre bordado ricamente llevada por un penitentes en el hombro. Estas Bocinas en algunos lugares son conocidas como Trompetas.

Hay que decir, que el origen de la Bocina no esta completamente aclarado. Pues algunos dicen que antiguamente indicaban la marcha y parada de la Cofradía, por eso en algunas corporaciones la vemos al principio del cortejo, mientras que otros creen que se usaban para hacer una representación sonora de la Pasionde Cristo, por eso van en otras corporaciones delante del paso, o también en recuerdo de los soldados que acompañaron a Cristo hasta el Calvario, por lo que suelen ir al lado en algunas Cofradías del Senatus.

Hoy las Bocinas se han convertido en enseres ornamentales, en la que en muchas vemos los paños bordados y el escudo de la Hermandad. Nada en nuestras Cofradías está por estar, todo tiene su significado, menos algunas veces que por inventar más de una, caen en lo vulgar.

La Cruz de Guía de la Hermandad de las Aguas.




Esta preciosa Cruz de Guía pertenece a la Hermandad sevillana de las Aguas. La que proceciona con dicha Corporación todo los Lunes Santo.

La Cruz de Guía es en madera oscura de 1891, la que fue enriquecida en plata repujada en los Talleres del afamado orfebre Emilio García Armenta en 1965. Llevando el escudo de la Hermandad en el crucero.

El llamador del palio de la Virgen de Guadalupe.



Curiosísimo llamador el que vemos en esta foto del palio de la Virgen de Guadalupe, en el que se representa la aparición del indio Juan Diego a la Virgen de Guadalupe de México.

Este llamador se estrenó en el 2011, obra realizada por Orfebrería Ríos.

El llamador del paso del Cristo de las Aguas.


Es el diseño de este precioso llamador del paso del Cristo de las Aguas de Miguel Ángel Domínguez Velázquez, realizado por Orfebrería Santos. Llamador que fue donado por los costaleros.

Se representa en el llamador el Puente de Triana, significando el origen de la Corporación. Y un Ángel en el Puente sujetando el Cáliz del Escudo de la Hermandad sobre el famoso Postigo del Aceite con unas flores y un costal en recuerdo a Juan Carlos Montes, costalero fallecido bajo las trabajaderas de su Cristo.

La Virgen del Rosario de la Hermandad de las Aguas.



La bellísima y delicada imagen de la Virgen del Rosario de la Hermandad de las Aguas de Sevilla es una talla completa con el Niño, obra atribuida al afamado imaginero Pedro Duque Cornejo del siglo XVIII. Sobre todo por los rasgos muy parecidos a otras imágenes del artista.

Destacamos de esta bella imagen el tratamiento de sus telas, como la nube de simpáticos querubines. Sin olvidarnos, que el Niño tiene la particularidad de sostener con las dos manos el Rosario y no la Virgen como suele ser habitual, por estar esta sosteniendo al Niño con las dos manos.

Las potencias del Cristo de las Aguas.



Estas preciosas potencias fueron donadas al Cristo de las Aguas por un grupo de hermanos de la Hermandad con motivo de 75° Aniversario de la imagen que hiciera el imaginero Antonio Illanes Rodríguez. Unas potencias que fueron bendecidas tras a finalización del cuarto día de Quinario.

Las potencias son obras del orfebre María Belén Hernández Moreno.

La Virgen del Sagrario del Museo de Bellas Artes.



Se encuentra esta curiosa y maravillosa Virgen, en el todavía muy desconocido por desgracia Museo de Bellas Artes de Sevilla. Imagen del siglo XVI realizada por el flamenco Roque Balduque de 1,45 m.

Tiene la particularidad esta imagen, que lleva en su pecho un recipiente, la cual la hace "Virgen Eucaristica". Un género extraño pero de un gran simbolismo religioso. Dicha imagen perteneció a la importante colección de González Abreu, en la si nos fijamos bien veremos su gran parecido con la Virgen del Amparo la Iglesia de la Magdalena, obra también de Balduque.

La Presentación de Jesús al Templo del retablo mayor de la Catedral sevillana.



En el mágico, maravilloso y portentoso retablo mayor de la Catedral sevillana vemos en el casetón al principio de su segunda calle esta no menos portentosa escena de la Presentación de Jesús al Templo. Una auténtica joya digna de cualquier Museo.

La escena escultorica está compuesta de una mesa en el centro y sobre ella el rabino Simeón, que sujeta al Niño mientras que a su derecha vemos a la Virgen con las manos recogidas en el pecho y una doncella con una cesta de palomas con un cirio, por lo que se puede llamar también dicha escena la Purificación de la Virgen. Y a la izquierda a San José con la profetisa Ana, que lleva un rollo de pergamino alusivos a sus visiones. Conjunto realizado por el gran taller de Jorge y Alejo Fernández Alemán entre 1508 y 1526.

El retablo del Nacimiento de la Iglesia de San Alberto.

En la nave de la Epístola de la Iglesia de San Alberto de Sevilla nos encontramos con este interesante retablo del Nacimiento a tamaño natural, uno de los pocos que siguen en Sevilla. La Virgen y San José están arrodillados y son obras interesantes del siglo XVIII, siendo el niño de Olot, nada que ver con la imagen de María y San José.

Dicho retablo es del siglo XVIII, ocupando su centro la preciosa escena del Nacimiento. En el que vemos a los lados a San Joaquín y Ana, obra de buena factura del afamado imaginero Francisco de Ocampo del siglo XVII.


La Inmaculada de Pedro Duque Cornejo de la Iglesia del Santo Ángel.


Foto ABC.


Esta maravillosa Inmaculada Concepción se encuentra en la Iglesia conventual del Santo Ángel de Sevilla. Una imagen de una grandísima belleza y dulzura que está considerada como una de las mejores representaciones de la misma del siglo XVIII de Sevilla.

Dicha imagen está documentada en el año 1743, obra del gran imaginero Pedro Duque Cornejo en su plena madurez. Con una exquisita policromía en la que podemos apreciar sus soberbios gubiazos en sus paños, la que mide más y nada menos, que 1,95 m. con una no menos maravillosa peana con cabezas de querubines.

Esta Inmaculada de Cornejo, procede de la Capilla de los burgaleses del desaparecido convento sevillano Casa Grande de San Francisco. Decir que la Virgen, procesionó el 8 de Diciembre de 2008, con motivo del cuarto centenario del convento del Santo Ángel por la calles de su feligresía.

La Inmaculada de la Capilla de San Onofre.



Cuenta la Capilla de San Onofre con un bellísimo retablo mayor de finales del siglo XVII, obra del afamado Bernardo Simón de Pineda hacia  1678 y 1682, con  esculturas atribuidas a Pedro Roldán y en cuya parte central vemos a la Inmaculada, que  junto a sus lados y entre columnas salomónicas estan San Fernando y San Hermenegildo.

La imagen de la Inmaculada de 1,18m. es obra anónima del siglo XVIII. De escuela sevillana y la que sigue un digno estilo de las reprentaciones inmaculistas de Sevilla.

La Inmaculada del Convento de Capuchinos.


Esta preciosa Inmaculada Concepción, se encuentra sobre un pedestal en la Iglesia del Convento de Capuchinos de Sevilla.


Dicha imagen está atribuida al taller del afamado imaginero del siglo XVIII, Pedro Duque Cornejo. Una imagen de tamaño académico y de facciones dulces en la que se puede apreciar, que su autor se inspiró en la maravillosa Inmaculada de la Catedral sevillana de Montañes, conocida como "La Cieguecita".

Virgen conocida como "La Visitadora".


Foto semana santa org.


Me encantan las curiosidades, las que nuestra Semana Santa está llena y por desgracia la mayoría de las veces pasan tela de desapercibida.

Aquí en la foto vemos a la Virgen de la Hiniesta Gloriosa. Pero la conocida como "La Visitadora" por ser llevada a casa de los hermanos devotos que están enfermos u otro problema tienen para aliviar sus penas, de ahí su curiosa advocación. Esta Virgen es obra del grandísimo imaginario Rafael Barbero Medina, la que realizó en 1974, con una maestría más que sobresaliente por estar dicho artista especializado en hacer imágenes pequeñas.

Destaca de la Virgen y el Niños las coronas, las que fueron realizadas por el afamado orfebre Manuel Seco Velasco. Sin olvidarnos , que la imagen lleva incrustado un trozo del torso calcinado de la primitiva Virgen de la Hiniesta Gloriosa, perdida en aquellos lamentables sucesos de 1936.