El escultor Antonio Gavira Alba.




El escultor Antonio Gavira Alba nació en 1929 en Mairena del Alcor, y falleció el 11 de Octubre de 2020 a los 90 años de edad por el maldito virus del COBID. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla, donde llegó a ser catedrático siendo sus profesores el escultor Juan Luis Vasallo y Antonio Cantó.

La obra de Gavira presenta una gran variedad en materiales como en temas, destacando las esculturas de barro y bronce en pequeño formato, como por ejemplo el tema de la maternidad como defensa en su lucha contra el aborto. Es autor de bastantes monumentos públicos, como el mausoleo de Antonio Mairena o el monumento a la Feria de Mairena, y el conocido monumento a Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, realizado en 1965 y que a buen seguro habremos visto muchísimas veces al pasar por la Iglesia de San Pedro y pararnos a rezarle sin saber el artista que lo realizó.

De entre su variada producción destacamos el Crucificado de grandes proporciones realizado en bronce que preside el cementerio de Mairena, realizado en memoria de su querida madre ( no confundir con el Crucificado de Susillo de las Mieles de cementerio de Sevilla ). Como también la imagen del Resucitado de la Hermandad Sacramental de la que perteneció de la Parroquia de la Asunción entre otras muchas. Una pena que como otros grandes artistas no este lo suficientemente reconocido, y otros de un nivel muchísimo más bajo estén encumbrado.


La pintura de San Juan de Dios transportando un enfermo del Hospital de la Caridad de Sevilla de Murillo.



Esta maravillosa pintura de San Juan de Dios transportando un enfermo se encuentra en la no menos maravillosa Iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla, una pintura que recuerda a los Hermanos de la Santa Caridad y a la que Murillo perteneció la obligación de transportar a los enfermos hasta el Hospital, como se señala en las Reglas de su Hermandad.

San Juan de Dios aparece como vemos en la pintura llevando sobre sus hombros un enfermo que ha encontrado en la noche para llevarlo al Hospital que él había fundado en Granada en 1539. Todo un ejemplo que hoy no hace casi nadie por no decir otra cosa. Se ve al Santo caído con el enfermo por el cansancio del esfuerzo, momento que se le aparece un Ángel enviado por Dios para ayudarle, el que le dice que el enfermo que carga es el mismísimo Cristo, por lo que dicha obra recuerda a los Hermanos que en su obra caritativa van a ser ayudado por Dios. Pasaje este, que Murillo lo recrea sublimemente con sus pinceles de ensueño y que por desgracia muchos andaluces ni conocen.

Destaca de la obra su gran contraste entre la oscuridad de la noche y la luz que ilumina a los personajes, como la expresión del Santo que es conmovedora. Como siempre suelo decir, Sevilla es un Museo gigante, no solo todo se encuentra en los mismos sitios de esta gran joya andaluza que es Sevilla.