Este curiosísimo grabado de Sevilla lo realizó Joris Hoefnagel en 1598. Vemos a las afueras de Sevilla una comitiva, en la se encuentran tres personas montadas en burros. La primera es una mujer desnuda de cintura para arriba con muchas plumas, la segunda un hombre con unos cuernos adornado con banderitas y campanillas, y la tercera una mujer que azota al hombre, seguida de tres alguaciles, uno montado a caballo y los otros dos a pié.
Esta escena era un castigo público que le hacían a aquellos matrimonios que el marido consentía y se lucraba de su mujer prostituta. Por esto desnudaban a la mujer y la emplumaban, mientras que al marido lo adornaban con cuernos y la mujer última era una alcahueta que buscaba clientes para la prostituta lucrándose de sus servicios.
Va un hombre con una trompeta entre los reos y los alguaciles que es el pregonero (no de Semana Santa), el que así recordaba el motivo de castigo a quienes lo presenciaban, los que sin reparo se burlan de ellos y le arrojan piedras. También se deja ver en este grabado un río que podría ser el Tagarete.