La Iglesia de San Román de Sevilla.



La Iglesia de San Román es uno de los templos más antiguos de Sevilla, data de 1356 y es de estilo gótico-mudéjar.

Dicha Iglesia es una de las veinticuatro parroquias en las que quedó dividida tras la reconquista de Sevilla por el Rey Fernando III en 1248. Fue El Arzobispo Nuño, quien en 1356 mandó que se reedificase la Iglesia existente de San Román, debido a los daños causados por el terremoto de ese año que causó a la ciudad.

La Iglesia como tantas otras de su época fue modificada durante el siglo XVII y el siglo XVIII, la cual quedó destruida por los disturbios de 1936. Es restaurada en 1948, y a partir de 1991 fue varias veces restaurada hasta abrir de nuevo al culto en el año 2004, tras una rehabilitación integral que dejó al descubierto su portada lateral de la calle Enladrillada, antes oculta.

La Iglesia de San Antonio Abad de Sevilla.



La Real Iglesia de San Antonio Abad se encuentra en la calle Alfonso XII, antigua de las Armas. Con la curiosidad de que es única en su distribución, nada que ver con las típicas de Cruz latina. 

Es su distribución de dos naves rectangulares unidas por el lado más largo. Cada una de las naves pertenecía a una Corporación distinta. Estaba la Iglesia de San Antonio Abad, perteneciente al antiguo Hospital de San Antonio y la Capilla de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Silencio, las que fueron unidas por los planos del arquitecto Diego Antonio Díaz ente 1720 y 1740, siendo la portada de la Iglesia que da a la calle Alfonso XII de este arquitecto en 1730.

En el templo tiene sede la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, Archcofradía, Pontificia y Real de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y María Santísima de la Concepción, cuyo origen se sitúa en el año 1340.


La devoción a las Siete Palabras.



La devoción de las Siete Palabras es para reflexionar sobre las últimas siete frases que pronunció Jesús en la Cruz, antes de su muerte.

Jesús pronunció en la Cruz siete palabras, según testimonios de los cuatro evangelistas: tres recogidas por Lucas,tres por Juan y una misma por Marcos y Mateo.

Pantocrátor.



Aunque a algunos le suene a Terminator, les aseguro que nada tiene que ver. El atributo Pantocrátor se aplicó a Zeus en la mitología griega, y en la cultura cristina se utiliza para referirse al Dios Padre omnipotente o a Cristo.

Es en el arte bizantino y románico donde el término Pantocrátor se designa a la imagen del Todopoderoso, Padre e Hijo, Creador y Redentor. La figura siempre mayestática, muestra a una u otra persona divina en similar actitud: con la mano diestra levantada para impartir la bendición y teniendo en la izquierda los Evangelios o Sagradas Escrituras.

A veces se representa sólo el busto, otras veces, la figura completa entronizada que cuando es el Padre, sostiene en sus manos a Cristo hijo. Siendo los lugares habituales de ver al Pantocrátor en las Iglesias en el exterior, en los tímpanos de portadas, esculpido en piedra o en el interior, pintado en las bóvedas de los ábside. Suele ir enmarcado en un cerco oval conocido como mandorla, ocupando el espacio adyacente las cuatro figuras del tetramorfos, que son los cuatro evangelistas.