Virus en Ayuntamientos.


Las gentuza que trabajan en oficinas de Ayuntamientos paletos tienen muchísima precaución con el Virus, pero a la hora de desayunar se meten en cualquier bar dos horas. Manda huevos y carajo el asunto.

Cofrades políticamente correctos.


Los cofrades políticamente correctos son como esos lameculos funcionarios pero a lo religioso.

Cartel de la Semana Santa de Jerez.


El cartel de la Semana Santa de Jerez es un homenaje al mago Juan Tamariz, nada más hay que ver esas manos y la corona que parecen que están por arte de magia. Todo un mamarracho.

La Comunión de la Virgen de la Capilla de la Estrella de Triana de Francisco Maireles.



Este maravilloso lienzo pintado en óleo se encuentra en la Capilla de la Estrella de Triana, titulado: La Comunión de la Virgen. Una curiosísima iconografía que une la devoción eucarística con la mariana, algo maravilloso en esta tierra de María Santísima.

Dicha representación deriva de la piadosa tradición de la Ascensión de Cristo, la que asegura que la Virgen comulgaba todos los días de manos de los Apóstoles, historia recogida por la Madre María Jesús de Ágreda en su obra Mística ciudad de Dios.

Esta obra la realizó en 1996 el conocido pintor Francisco Maireles, en la que representa a la Virgen con un bellísimo rostro que nos recuerda al de la portentosa Virgen de la Estrella, de rodillas y extendiendo las dos manos para recibir la Comunión de San Juan Evangelista. La Virgen viste túnica roja y manto azul, y tras la Virgen y San Juan vemos una mesa cubierta por un mantel blanco y al resto de los Apóstoles que contemplan esta maravillosa escena, que es coronada por el Espíritu Santo.  Como siempre suelo decir, en cualquier rincón de Sevilla nos encontramos con una gran obra de arte.
 

El Simpecado antiguo de la Hermandad del Rocío de Villamanrique.



Nos encontramos ante uno de los Simpecados más bellos del Rocío, como es este de la Hermandad de Villamanrique de la Condesa. Este Simpecado data de la primera mitad del siglo XVIII, y está bordados en hilos de plata sobre terciopelo rojo, color litúrgico de Pentecostés.

Ocupa el centro del Simpecado una curiosa pintura de la Virgen del Rocío, viéndose detrás un paisaje con una antigua ermita, y a su alrededor unas carretas y algunos personajes de la época. La Virgen está vestida de Reina, con una saya azul bordada con flores de colores en estilo rococó. Una pintura muy parecida al grabado que mandó hacer Alonso Tello de Eslava, canónigo de la Catedral sevillana y quien regaló a la Virgen del Rocío en 1733 un traje.

Podemos ver en la parte inferior de la pintura, en el centro de la peana una cartela que tiene la inscripción: "SE HISO ESTE RETRATO DE NTRA.SRA. DEL ROSÍO Y SE BORDÓ EL SIMPECADO, SIENDO HERMANO MAYOR JUAN PONCE A DEVOCIÓN DE VARIOS DEVOTOS".

Fue restaurado este magnífico Simpecado en el año 2001 por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Una verdadera joya digna de cualquier Museo

El San José de la Iglesia de la Magdalena de Villamanrique.



Esta fantástica imagen de San José con el Niño la podemos ver en la Iglesia de la Magdalena de Villamanrique de la Condesa, en un bello retablo realizado por Diego López Bueno en el siglo XVII. Dicha imagen portentosa pertenece a la Escuela del genial imaginero Juan de Mesa.

De estilo renacentista es el retablo, el cual presenta un basamento adornado con pinturas de roleos de Acanto y está centrado por un Sagrario, en el que podemos ver en su puerta un Ecce Homo. Sin dejar de observar en su ático un lienzo de San Francisco de Asís, gran obra del círculo de Francisco Pacheco.

Hay que destacar de esta imagen de San José y el Niño los pliegues que muestran las túnicas y la sublime dulzura de sus rostros,  lo que hace que nos acerquemos para rezarle.


Exposiciones.


Las exposiciones de cuadros últimamente en Jerez son para imbeciles. Parece que lo miedoso y cuatro pinceladas mal dada es lo que a algunos que van de entendidos le gustan.

Estúpidos.


El nivel de muchos es de estúpido total, sin más. Así no podemos prosperar nunca en esta nación donde a estos se les da hasta un puesto de trabajo importate.

El Cristo del Buen Fin de la Parroquia de Consolación de El Pedroso.


El maravilloso Cristo del Buen Fin se encuentra en la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, El Pedroso. Un Cristo muerto de tamaño natural y de composición T, con los brazos en horizontal, mostrándonos una anatomía estilizada y un magnífico paño de pureza de artificiosos pliegues.

Cristo de El Pedroso.


Es el estilo de este Crucificado por su estética, tardogótico, el cual podemos poner en la línea de la producción del afamado escultor Pedro Millán, quien estuvo activo en Sevilla en los años finales del siglo XV y los primeros del XVI.

Cristo de la Viga de Jerez.


Particularmente le veo un gran parecido a este Crucificado con el Cristo de la Viga de Jerez, aunque este último hay que decir que es más antiguo que el de El Pedroso. Pero lo que es la cabeza se asemeja bastante.

 

La Inmaculada de Zurbarán de la Parroquia de San Juan Bautista de Marchena.



Es la Sacristía de la Parroquia de San Juan Bautista de Marchena todo un auténtico Museo digno de ver, en la que se encuentra nada más y nada menos nueve lienzos del grandísimo pintor Zurbarán: Un Crucificado, San Pedro, San Juan Bautista, San Pablo, Santiago el Mayor, San Juan Evangelista, San Bartolomé, San Andrés y una bellísima Inmaculada, todos fechados entre 1635 y 1637.

Se representa a la Inmaculada con la luna bajo sus pies con las puntas hacia abajo, tal como señalaba Francisco  Pacheco en su Tratado de la Pintura. Está vestida con túnica de color rojo, y deja ver en sus mangas como en el cuello una camisa blanca, cubierta por un manto azul salpicado de estrellas doradas. Hay que decir, que estos colores eran en principio los utilizados en las vestiduras de la Inmaculada hasta que se cambian por el blanco y azul celeste, por aparecerse así la Virgen a Santa Beatriz de Silva.

De este soberbio cuadro destacan muchos detalles, como el pelo de la Virgen, la serenidad, si mirada hacia abajo o la cabeza del angelito que tiene la Virgen en su cuello como si fuese un broche, sin olvidarnos de los sublimes pliegues de la túnica, algo que Zurbarán hizo como ningún otro pintor.

La Casa del Conde de Ibarra de Aníbal González de Sevilla.



Este bellísimo edificio fue construido entre 1912 y 1913, época donde el estilo neomudéjar fue el elegido en la ciudad. Esta obra la realizó el afamado arquitecto Aníbal González, quién dejó a Sevilla verdaderas maravillas.

De este edificio podemos destacar la solución de su esquina, donde dobla con total simetría las ventanas, un recurso que ya fue utilizado siglos antes en muchísimos palacios castellanos, sin ser nada usual en la arquitectura sevillana. 


Baile de Campesinos sorianos de Valeriano Domínguez Bécquer.




Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y Nuestra Señora de los Desconsuelos de Cádiz.



Las imágenes de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y de Nuestra Señora de los Desconsuelos pertenecen a la señera Cofradía gaditana conocida de los afligidos, la que tiene su sede canónica en el templo parroquial de San Lorenzo. Jesús es representado en el camino del Calvario con la cruz a cuesta, acompañado en su paso procesional por las imágenes de la Virgen, San Juan Evangelista, la Magdalena, la Santa Mujer Verónica y el Cirineo, procesionando la tarde del Jueves Santo.

 El curioso origen de esta Cofradía reside en una antigua pintura, la que aún conserva en la Iglesia de San Lorenzo representando el encuentro de Cristo y su madre en la Calle de la Amargura, siendo bastante frecuente esto en las ciudades italianas de Nápoles y Génova. Hay que decir, que esta pintura llego hasta procesional por las calles al estilo de otras en capitales italianas. 

Dichas imágenes portentosa fueros encargada por don Francisco Mendoza en Sanlúcar de Barrameda al celebre escultor flamenco don Pedro Reling, quien residía en la calle Santo Domingo y realizó en 1726.

 La imagen de Jesús es una talla de 1,75 cms, de altura con los brazos articulados que le permiten variar de posición. El rostro, manos y pies lo lleva encarnados y el resto del cuerpo anatomizado y pintado, una imagen realizada con dos tipos de madera; cedro y pino. Y la Virgen, la representa el artista como a una mujer madura llena de dolor con la mirada hacia arriba, la cual mide 1,73 cms, de altura y tiene su cabeza realizada en cedro con los ojos y lágrimas de cristal. Toda una auténtica obra de arte estas dos imágenes, dignas de ser contemplada cualquier día del año.

Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y Nuestra Señora de los Desconsuelos de Cádiz.


Las imágenes de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y de Nuestra Señora de los Desconsuelos pertenecen a la señera Cofradía gaditana conocida de los afligidos, la que tiene su sede canónica en el templo parroquial de San Lorenzo. Jesús es representado en el camino del Calvario con la cruz a cuesta, acompañado en su paso procesional por las imágenes de la Virgen, San Juan Evangelista, la Magdalena, la Santa Mujer Verónica y el Cirineo, procesionando la tarde del Jueves Santo.

 El curioso origen de esta Cofradía reside en una antigua pintura, la que aún conserva en la Iglesia de San Lorenzo representando el encuentro de Cristo y su madre en la Calle de la Amargura, siendo bastante frecuente esto en las ciudades italianas de Nápoles y Génova. Hay que decir, que esta pintura llego hasta procesional por las calles al estilo de otras en capitales italianas. 

Dichas imágenes portentosa fueros encargada por don Francisco Mendoza en Sanlúcar de Barrameda al celebre escultor flamenco don Pedro Reling, quien residía en la calle Santo Domingo y realizó en 1726.

 La imagen de Jesús es una talla de 1,75 cms, de altura con los brazos articulados que le permiten variar de posición. El rostro, manos y pies lo lleva encarnados y el resto del cuerpo anatomizado y pintado, una imagen realizada con dos tipos de madera; cedro y pino. Y la Virgen, la representa el artista como a una mujer madura llena de dolor con la mirada hacia arriba, la cual mide 1,73 cms, de altura y tiene su cabeza realizada en cedro con los ojos y lágrimas de cristal. Toda una auténtica obra de arte estas dos imágenes, dignas de ser contemplada cualquier día del año.