La Plaza de Jesús de la Pasión.




La sevillana y céntrica Plaza de Jesús de la Pasión se llamó antiguamente de San Salvador por la portentosa Iglesia o Colegial, como también Debajo del Salvador o Abajo. Y en el siglo XVII Plaza del Pan, por estar situados en dicha plaza puestos de venta de pan, siendo en 1814 por una petición de los vecinos denominada Plaza Jesús de la Pasión por la sublime obra que dejara Juan Martínez Montañés en Sevilla.

Es en el siglo XV, cuando aparece los primeros datos sobre este sitio hoy Plaza de Jesús de la Pasión por tener una gran actividad comercial (la que hoy por desgracia va quedando menos) de mercado de pan y de pescado, frutas etc. Una plaza que fue uno de los sitios más transitados de Sevilla.

No nos podemos olvidar de la fama que tuvo esta plaza, llegó a tanto que hasta fue citada por grandes autores de la literatura como Camilo José Cela, Muñoz y Pavón y el irrepetible Cervantes. Lugar lleno de historia al igual que Sevilla entera.

El Hotel Alfonso XIII.



Es El Hotel Alfonso XIII uno de los edificios más maravillosos de Sevilla y lleno de glamour. Siendo su origen de comienzo del siglo XX, que es cuado se llevó a cabo un concurso para un hotel para la famosa Exposición Iberoamericana de 1929, ganándolo el arquitecto José Espiau y Muñoz.

Fue inaugurado el gran hotel el 28 de Abril de 1928, estando presente el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia. Este hotel pasó a llamarse en la Segunda República Hotel Andalucía Palace, recuperando tras la Guerra Civil su nombre inicial. Un hotel que por su gran fama y estar considerado como uno de los más lujosos del mundo se rodó en 1963 la película Lawrence de Arabia.

¿Es redonda la Maestranza de Sevilla?.




Como ya se sabe, las primeras plazas de toros fueron las de los pueblos, que eran unos espacios cuadrados y con balaustradas protegidas por maderos que hacían de burladeros. Siendo la Real Maestranza de Caballería de Sevilla la que revolucionó la estética de los cosos en 1733 sobre el monte conocido como El Baratillo, el que tenía su forma rectangular y era entero de madera, que luego la misma Maestranza derribó para construir otro coso redondo de estilo tardo-barroco a partir de 1748. Una obra larga que duró nada más y nada menos que 120 años estando sometida a varias faces.

En el inicio se hizo una estructura de ochavas, cada una de las cuales equivalía a cuatro arcos, bajo la dirección de Francisco Sánchez de Aragón y Vicente de San Martín. Destacando el palco real que se le encargó al afamado portugués Cayetano de Acosta. Pero al prohibir las corridas Carlos III durante su reinado las obras se paralizaron en 1786, y entonces no había tantos antitaurinos aburridos, terminando los trabajos en 1881.

Fue el último arquitecto en aportar a la Maestranza el gran Aníbal González en 1914, el que cambió la piedra por el ladrillo visto y amplió los tendidos finalizando esta larga tarea. Destacar de la Maestranza que es la primera plaza redonda en la historia del toreo, aunque también hay que decir que no es tan redonda como creemos, debido que al construirse por faces y cambiar de mareriales no se consiguió dicha redondez, por eso está ovalada si se fijan bien, algo que no le quita lo más mínimo de interés e importancia a esta bellísima Catedral del Toreo.