Plegaria a Nuestra Señora de la Presentación.


Magnífica Plegaria Nuestra Señora de la Presentación. 


Música de Manuel Castillo Navarro-Aguilera y letra de Manuel Henares en 1985.

Curiosidades cofradieras. Dos partituras del siglo XIX del Cristo del Amor.

Esta introducción y coplas que vemos en la foto es de Francisco Javier Rodríguez, quien la compuso para el Quinario del Señor del Amor en 1836. 


También posee esta Hermandad del Amor otra partitura anterior de un "Villancico a cuatro", compuesto por el maestro de capilla  De la Catedral de Sevilla. Domingo Arquimbau, en 1819 para su utilización en los cultos cuaresmales que se celebraban por entonces en la desaparecida sevillana Parroquia de San Miguel.

El aburrimiento.


El aburrimiento y falta de interés por la lectura va a traer serios problemas en muchos que van de sabio.

Los ministriles del Facistol de la Catedral de Sevilla.



En el siglo XVI fue bastante interesante las prácticas polifónicas hispana con su acompañamiento de instrumentos. Participando los ministriles en los oficios religiosos, aunque no se sabe si su participación fue en los oficios celebrados en el interior del recinto o en acompañar a las procesiones que se realizaban fuera del templo, como en la del Corpus Christi. 

La primera referencia cierta de los ministriles nos viene de la Catedral de Sevilla hacia 1539, aunque ya en 1526 existía un grupo de músicos no estable pagado por el Cabildo de la Catedral. Lo que si se sabe es que en estas fechas los ministriles ofrecían sus servicios a Sevilla y otras grandes catedrales de España.  Siendo el número de componentes de cuatro a seis, variable según la economía de cada lugar y de la celebración o fiesta religiosa. 

Estaba el grupo de los ministriles en Sevilla compuesto por dos trombones y tres chirimías. Y las coplas quedaban completas por otros instrumentos como las flautas, cornetas negras, mutas y una corneta recta, que era conocida como blanca o mudas las segunda.

 Eran los instrumentos habituales en las capillas catedralicias los de viento. Los de cuerda como vihuelas de arcos y arpas también algunas veces se utilizaban en el acompañamiento de las voces.


Los aplausos.


Los aplausos de los balcones a las ocho de la tarde es como si fuera la sevillana más larga de todos los tiempos, aparte de que son interminables no sirven para nada, solo para encubrir a este desgobierno.

Don Simón.


Don Simón, estoy de usted hasta el cartón.