La Virgen de la Ancilla de Mairena del Alcor.



Es la Bella imagen de María Santísima de la Ancilla en su Mayor Dolor y Traspaso una imagen de candelero, la cual fue adquirida el 22 de Enero de 1940 en el trianero convento de las Mínimas. Una Virgen atribuida al imaginero sevillano José Montes de Oca, y de la que en una carta al Vicario General del Arzobispado la Madre Superiora decía que se atribuía al artista, cuya advocación era antes de marcharse a Mairena; Nuestra Señora en sus Misterios Dolorosos.

La Virgen fue restaurada en 1965 por una caída que sufrió desde su altar por el imaginero Antonio Gavira, y en 1993 por Luis Álvarez Duarte, que le hizo un nuevo candelero y unas manos nuevas.

Destaca de la Virgen de la Ancilla su rostro de mujer madura, con una fuerte angustia y a la vez de una exquisita belleza. Tiene su mirada baja, ceño fruncido y boca entreabierta, girando su cabeza hacia la derecha y abajo con el característico hoyuelo en su barbilla que Montes de Oca hacia a sus Dolorosas.

El Nazareno de La Palma del Condado.

Fotos de RV.

El Nazareno de La Palma del Condado ha estado atribuido a Martínez Montañés como también a Roldán. Pero últimamente se atribuye al imaginero sevillano José Montes de Oca.


Curiosa es esta imagen que no fue Nazareno hasta 1937. Pues antes era un Cristo atado a la Columna, siendo el imaginero Sebastián Santos Rojas quien en su taller le cambió las piernas y realizó unas nuevas manos inspirándose en las del portentoso Nazareno de Pasión de Sevilla.

La Divina Pastora de Utrera de Montes de Oca.


Esta preciosa imagen de la Divina Pastora de las Almas de Utrera se venera en la Iglesia de Santa María de la Mesa. Es una imagen de pequeñas dimensiones de candelero para vestir, y de una enorme calidad.


Se atribuye la Imagen de la Divina Pastora al afamado imaginero sevillano José Montes de Oca, en el año 1715, y esta considerada como la tercera Imagen de la Divina Pastora más antigua del Mundo y fundada su Hermandad por el propio Fray Isidoro de Sevilla, siendo la primera la de Santa Marina de Sevilla y la segunda la de Carmona.

María Santísima de los Dolores de Villanueva del Ariscal.


La magnífica imagen de María Santísima de los Dolores de Villanueva del Ariscal esta atribuida al afamado imaginero sevillano José Montes de Oca, obra realizada entre 1725 y 1730.


Es la imagen de candelero, y sus facciones como el ceño fruncido, mirada baja o el hoyuelo de su barbilla nos recuerda a la Virgen de los Servitas de Sevilla.

El imaginero Juan de Mesa y Velasco.

Fotos de Wikipedia.



El magnífico y afamado imaginero Juan de Mesa y Velasco nace en Córdoba en 1583, muriendo posteriormente en la Gran Sevilla en 1627, y enterrado en la antigua Iglesia de San Martín. Se trasladó a Sevilla en 1606, ingresando en el más que conocido taller del Dios de la Madera, Juan Martínez Montañés en la  collación de la Magdalena.

Juan de Mesa se convirtió en yerno de Montañés en 1615 al casarse con su hija María de Flores, quien estableció su propio taller en 1615 en la collación de San Martín. Creando en la bella Sevilla lo mejor de su producción sin duda alguna, a pesar de su temprana muerte a la edad de cuarenta y cuatro años, víctima de la tuberculosis.

Dejó obras en Sevilla para su Semana Santa el maestro Mesa de la calidad del Cristo de la Conversión de la Hermandad de Montserrat en 1619, en 1620 el portentoso Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de los Estudiantes, el Maravilloso Cristo del Amor de la Hermandad del Amor y el Señor de Sevilla, el Gran Poder, y el San Juan de este último. Como también pero atribuidas la bellísima imagen de la Virgen del Valle o el Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro.

Solo decir antes de terminar, que hay veces y aquí se da con Juan de Mesa, que el discípulo supera a su maestro en muchísimas imágenes que durante mucho tiempo fueron atribuidas por su gran calidad a Juan Martínez Montañés. De Juan de Mesa dije hace mucho tiempo, que por la sublime creación del Gran Poder de Sevilla, tiene más que merecido que se le reconociese como Beato para pasado un tiempo pudiera ser Santificado. Pues una obra de tal devoción universal solo la puede hacer alguien tocado por Dios.