La Macarena.


La Macarena no sale sola. Con la Macarena camina esa vieja y a la vez joven de espíritu Sevilla, ciudad que se mece entre sus bambalinas en la Madrugá  de su Esperanza al ritmo que esos Ángeles marcan y la pasean por su Tierra, Sevilla.

Siempre estuviste.


Grande eres Macarena, porque cuando más necesite de Tu Esperanza siempre estuviste, sin embargo algunas amistades volaron como pájaros asustados y desorientados a su favor.

Estatua de Maese Rodrigo de Santaella.


Esta estatua se encuentra en la Universidad de Sevilla, pudiéndose ver a Maese Rodrigo de Santaella. Fundador de la Universidad sevillana de Santa María de Jesús, la cual constituye el antecedente a la actual Universidad de Sevilla.

La estatua está realizada en bronce y representa a Maese Rodrigo de pié ante el sillón de su cátedra, (sillón que hoy parece ser todo el mundo tiene). Siendo la iniciativa que se erigiera está por la propia Universidad. 

Dicha estatua fue  encargada en 1900 al escultor D. Joaquín Bilbao Martínez, colocándose a lo primero en el patio del antiguo edificio de la Universidad de la calle Laraña hasta 1950, que pasó al sitio que hoy ocupa.

Foto de Universidad de Sevilla.

La cabeza del Rey Don Pedro.


Se encuentra en la calle Cabeza del Rey Don Pedro una estatua que representa el busto del Rey, quien fue conocido y paso a la historia como Pedro I el Justiciero o el Cruel. Contando la leyenda que el Rey Pedro I prometió colocar la cabeza de la persona que asesinó a un hombre bastante importante en la Sevilla de su tiempo, en el mismo lugar donde fue muerto .

Es curioso, que al ser el mismo Rey el asesino y verse descubierto por una anciana que vivía en el lugar donde acaecieron los hechos, cumplió su palabra y al día siguiente mando colocar en el mismo sitio donde se encontró el cadáver una estatua que representaba su cabeza que  estaba tapada para que no se viera.

Esta cabeza fue sustituida en 1608 por el Ayuntamiento, la cual era de barro cocido y que hoy está en el Palacio de Pilatos por ser comprada al Ayuntamiento por el Duque de Alcalá.

Cabeza del Rey Don Pedro I.

Particularmente.


Particularmente siempre me quedo dudando que creyéndomelo todo, ¿y usted?.

A empresarios vikingos.


A muchos vikingos empresarios solo decirle: El trabajo sirve para vivir dignamente y no vivir para solo trabajar y ustedes hacerse más rico aún de lo que estáis.

No se aprende.


Porque ni se enseña ni se aprende a ser Macareno. Se es o no se es.

Almanaque y novena.


Curioso almanaque y novena me he encontrado en mi casa ayer buscando cosas antiguas.


El convento de Nuestra Señora de la Merced de Sevilla.


Este antiguo convento de la Merced tiene una hermosísima traza del arquitecto Juan de Oviedo, quién lo realizó en 1613 por encargo del Comendador de la Orden Mercedaria fray Alonso Monroy. Un convento que durante la ocupación de Sevilla por las tropas mamonas napoleonicas sufrió importantísimos daños más un gran incendio que se produjo el 6 de Febrero de 1810.

En consecuencia de estos sucesos la Comunidad fue exclaustrada en 1808, no volviendo al convento hasta 1815, época que comenzaron unas series de obras la cual modificaron algunas partes del mismo.

Con la Desamortización de Mendizábal en el año 1835, se obligó a los frailes a abandonar su residencia y la Iglesia, ocupando la primera la Sociedad de Amigos del País y permaneciendo al culto la Iglesia hasta el 17 de Octubre de 1839, que el Gobierno concede el convento a la Academia de Bellas Artes. Creándose desde entonces el maravilloso y todavía muy desconocido por muchísimos sevillanos el Museo de Bellas Artes, segunda pinacoteca española después del Prado.

La portada principal del templo está situada a los pies de la única nave que tiene el mismo, siendo la piedra de Martelilla y realizada en la primera mitad del siglo XVIII. Tiene dos cuerpos, estando formado el primero por un arco de medio punto flanqueado con columnas pareadas y el segundo por una gran hornacina, en la que podemos contemplar a la Virgen de la Merced con dos esclavos arrodillados y las escultura de San Pedro Nolasco y del rey Jaime I el Conquistador, coronándose esta bella hornacina con el escudo de la Orden.

Museo de Bellas Artes de Sevilla.