Mientras estemos de fiesta.


Cuanto más crisis,  más fiesta por todos sitio y a lo grande, pero sin gastar en ellas tanto como nos hacen creer.  No todo el mundo puede empalmar de una Semana Santa a la Feria y de esta al Rocío,  y luego las vacaciones de verano. No,  todo es una mentira de grande como una catedral. 

La gente es verdad que salen,  que tiene que airearse  como la habitación de una casa en una temprana mañana de primavera. Pero no salen con la alegría de antes ni mucho menos,  pues los problemas que muchos llevan son tan pesados como la cruz de Cristo,  una cruz que se hace menos pesada cuando hay alguna fiesta y se canta, ahí es cuando hemos caído en las redes que los políticos  nos han echado,  porque mientras estamos cantando a la vida,  al amor o a la libertad, ellos,  los políticos saben que  es cuando más esclavo somos  y seguimos amarrados de pies a manos sin que se arregle absolutamente nada. 

Si fuéramos tan listos como nos creemos, iríamos a fiestas organizadas por nosotros, no a esas que dicen que son populares pero a la vez muy pero que muy políticas.  Donde de popular lo único que tienen es la palabra, esa que el viento se la lleva al igual que la cartera por los precios abusivos que ponen para el pueblo,  al que esos imbéciles no pertenecen aunque nos repitan la misma mentira de siempre un millón de veces. 

Por todo esto creo,  que la fiesta  y las apariencia van de la mano, apariencias de muchos que no se pierden ni la verbena más ridícula  por el simplemente hecho de estar metido hasta en la sopa.  Luego es normal que las apariencias pasen facturas, como la de no poder llegar a fin de mes,  no poder tomarse un buen desayuno,  una cena o cómo darle algún dinero al hijo para sus gastos habituales.  Pero las apariencias son las apariencias,  y muchas veces se prefiere pasar calamidades y no cumplir ni con tus gente más cercana como por ejemplo son los hijos,  pero si estar en todas o casi todas las fiestas aún sabiendo que no se puede económicamente aunque se quiera mucho  aparentar. Por eso creo,  que las fiestas y las apariencias van de la mano. 


Alicia.


Ya no es Alicia en el País de la a maravillas. Ahora es Alacia en el País de las APARIENCIAS...