Calle que en el siglo XV, se llamó Muñones por la familia ilustre que vivía en ella y en el XVI, cuando se instaló la Galera, que fue cárcel de mujeres pasó a llamarse con este nombre.
Las mujeres presas eran condenada a trabajos forzados de hacer labores de aguja, como cuellos para los uniformes de los soldados y puñetas de encaje para los puños de las togas de los jueces y magistrados. De las puñetas viene la famosa frase de irse a hacer puñetas.
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