Tú eres mi sermón.


Como yo creo, también creen muchos Macarenos. Como yo creo, pero no por todos puedo hablar, por esto me quedo con tu sermón eterno en el que las horas pasan volando, esas conversaciones entre ambos que sólo Tu sabes escuchar sin dar sermones impertinentes como muchos, esas conversaciones que para bien o para mal Tu siempre intentas arreglar, no como otros que de ella se aprovechan. Por esto y por mil cosas más solo te puedo decir, que los sermones también en silencio se dan.

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