El Papa que paro una huelga.


Lo que la Iglesia no pueda, nadie podrá. Fue el Pontífice Juan XXIII, que iba a celebrar una misa importante en San Pedro, cuando el Vaticano necesitaba energía eléctrica, pero al estar los trabajadores del sector en huelga el Papa pidió a su secretario de Estado que convocase en el Vaticano a los líderes de la huelga, presentándose cinco sindicalista en la Santa Sede, donde Juan XXIII les pidió, que por favor suspendiesen  la huelga por el corto espacio de tiempo que duraba la ceremonia. 

Los cinco hombres aceptaron y la Plaza de San Pedro aparicio iluminada mientras Roma seguía a oscuras, ¿cuánto pagaría el Papa a estos hombres?.

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