Tuvo la Hermandad del Dulce Nombre unos soldados que pertenecieron a la Vera-Cruz de Cádiz, siendo adquiridos por el escultor Miguel Rodríguez Magaña para que formase parte del paso de la Bofetá a partir de 1921, antes que Antonio castillos Lastrucci tallara el actual misterio que hoy conserva.
Posteriormente los soldados pasaron a la Hermandad del Buen Fin de Sevilla hasta 1929, que la Hermandad decide dejar de sacar, pasando estos a la Hermandad de la Amargura de Jerez de la Frontera para el paso de la Flagelación que hacía su primera salida ese año, la cual se lo cedió a la Hermandad del Amor de la misma ciudad, procesiónando con esta última hasta el año 2010 todos los Martes Santo y que hoy tienen expuesto sin uso en la Hermandad. Como hemos podido ver, a estos movidos soldados solo le faltó una maleta de viaje.
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