Doňa Guiomar Manuel, hija del rico hidalgo romano Manuel Saunines, y de su esposa Juana González, heredó la gran herencia de su padre por ser hija única. Una suerte en estos tiempos heredar un fortunón para irse por siempre de la corrupta España.
Fue una mujer de gran piedad y caridad, de la que dicen que no disfruto de la herencia del padre para ella. Pero si dando bastante a obras benéficas, igual que hoy, que nadie da un...
A doña Guiomar Manuel se le debe entre las realizaciones urbanas la pavimentación de muchas calles de la ciudad, para lo que puso a disposición de la misma una gran cantidad de dinero. La pavimentación fue de ladrillos, puestos de canto al estilo árabe, igual que el suelo del Patio de los Naranjos, quedando en Sevilla una calle que tiene el nombre de Enladrillada, en memoria de la pavimentación costeada por la generosa doña Guiomar.
Otra obra admirable y de gran calibre de doña Guiomar fue dar bastante dinero para la reedificación total de la Cárcel Real, situada en la calle Sierpes en 1418, que carecía de agua, lo que significaba falta absoluta de higiene para la limpieza de la misma y el aseo de los presos, costeando las obras de reconstrucción total del edificio con mejores condiciones que las que tenía, labrando cañerias y fuentes para ser dotadas de agua corriente. Todo un ejemplo a seguir esta generosa dama, la cual también dio bastante limosnas al templo catedralicio para las obras de construcción de la actual Catedral, ayudando a muchos conventos y personas pobres. Lástima que hoy no haya mujeres como Guiomar.
Cárcel Real de Sevilla.
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