La Iglesia de Santa Catalina de Sevilla.


La Iglesia de Santa Catalina de Sevilla se construyó sobre una mezquita árabe, que a su vez lo fue sobre un antiguo templo realizado por los romanos para adorar a sus ídolos paganos. Este templo fue mandado a eregir por Fernando III, el Santo, siendo reedificado en el siglo XVI por los desperfectos sufridos, templo que en 1868 estuvo a punto de ser destruido debido a la vorágine urbanística de las autoridades de aquella época.

La puerta lateral de la Iglesia fue colocada en 1930 y proviene del antiguo templo de Santa Lucía, existiendo una placa conmemorativa del traslado de la puerta que dice:
<<Esta portada procedente de la Antigua Iglesia de Santa Lucía fue donada para su colocación en esta Santa Catalina por el Excmo.Sr.Don Rafael G. Abreu, Vizconde de los Remedios: Anno Domin, MCMXXX>>. Una Iglesia que conserva grandes obras de arte como su retablo mayor, obra del insigne Diego López Bueno, y un Sagrario de los más importantes de Sevilla, obra del barroco sevillano del arquitecto Leonardo de Figueroas, conservando en una hornacina una cruz de forja del siglo XVIII, que procede del antiguo cementerio de Santa Catalina.

Miguel de Cervantes, habla de este templo en su entremés de Los Mirones, narrando que en su fachada posterior y debajo de un retablo dedicado a las Animas, se reunían los ciegos de Sevilla a contar historias y romances religiosos, al mismo tiempo que pedían limosnas. Entonces no había cupones, por  lo que se la tenían que ingeniar con otras cosas.

Foto de Rafaes.




Foto de Rafaes.

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