El florero que pregonaba las flores cantando sevillanas.


Pues sí, así era Quijá el Florero, el que estaba en las cuatro esquinas de San José, en la calle Sierpes, entre Jovellanos y Sagasta a principios del siglo XX.

 Tenía tanto arte, que  muchas gentes le compraban las flores sólo por oírle cantar y otras le daban dinero sólo por oírle cantar a las flores. Como vemos, el Quijá hoy podría ser todo un artista de la sevillanas y estar sin ningún problema en el escalafón, igual que hay muchos que no cantan un pimiento. Pero claro, con la suerte de mucha propaganda barata que el Quijá no hubiera necesitado para demostrar su arte en la sevillanas.

 Fíjense si fue grande el Quijá, que cuando murió le sacaron unas sevillanas que se cantaron en la Feria de Abril y que decía:
Cuando murió Quijá
lloraron todas las flores.

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