Vivimos en una sociedad que va perdiendo segundo a segundo sus valores. Unos valores, que nos hacen falta para no cometer injusticias sobre personas buenas, que aunque parezca que no las hay, están entre nosotros y muchas veces ni nos damos cuenta.
Vivimos en una sociedad que si se parara ante Tu humilde mirada, Señor de la Sentencia, a lo mejor cambiaría no a mucho mejor, pero seguro estoy, que algo se arreglaría.
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