El Grag Zeppelín.


Fue todo un espectáculo ver pasar al  Graf Zeppelín por Sevilla el 24 de Abril de 1929, el cual había salido dos días antes de Berlín en crucero con una expedición de ocho personas, que fueron las que pagaron el vuelo. Se encontraba entre ellas el presidente de Prusia, un agregado a la Embajada de Francia en Berlín y un diputado demócrata.

Sevilla casi se puede decir que se echó a la calle entera para ver pasar a este gigante de 236 metros de largo, 30 metros de ancho y 36 de altura (yo particularmente no me monto ni con 5 kilos de chicharrones y 20 barriles de cerveza). Los más curioso se subieron a las azoteas para contemplarlo mejor, contándose que desde la altura del Zeppelín los tripulantes saludaban a la población y está casi en éxtasis tiraban los sombreros al aire.

Cuando entró en Sevilla el Grag Zeppelín fue escoltado por una avioneta tripulada por el marqués de Sandoval, y también por otros aparatos que salieron de Tablada para dar la bienvenida al dirigible desde el aire. Ya después de media hora sobre Sevilla el Zeppelín tomo rumbo hacia Gibraltar (eso que nadie sabe todavía bien a quién carajo pertenece), todo un gigante en el aire el cual tenía un gran salón comedor, salón de lectura, cabina de radio, dormitorios, departamentos, cabina para los acumuladores eléctricos e iluminación del dirigible. Se puede hacer uno una idea de como era este casi Hotel flotante más que un dirigible, por sus gigantescas medidas que asonbraba a todos los que lo contemplaban.

 Como curiosidad comentar, que el inventor del Zeppelín fue el aeronauta alemán Zeppelín.


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