Hasta 1940 o 1945, las Cofradías no solían realizar con seguridad su Estación de Penitencia, como también lo hicieron en el periodo republicano o por motivos del orden y por la falta de medios económicos.
Los cuerpos de nazarenos eran muy cortos, nada que ver con hoy que esperar a ver pasar una Cofradía es como tragarse una película entera y terminar con un dolor de pies del carajo. También hay que decir, que si eran cortos era por miedo a los disturbios bastante violentos de alguna explosión de petardos y otros artefactos, o disparos, que a los nazarenos ponían al límite. Por eso se retraían de salir nazarenos de más de 40 años.
En plena Guerra Civil, en 1937 y 1938, fueron las Cofradía de los barrios las que más crecieron en la nómina de hermanos y papeletas de sitio, por haberse sublevado en Sevilla el general Gonzalo Queipo de Llano y sometido a la Ciudad en menos de una semana. Mientras las Cofradías del centro de la Ciudad seguían con sus reducidos cortejos, debido a que los jóvenes estaban movilizado en los frentes de batalla y el resto de nazarenos eran de una gran elevada edad.
Y ahora viene lo interesante, los intereses de muchos que se cambiaron como hoy siguen cambiándose de camisa para sus propios intereses y nada más, digan lo que digan. Pues todo sevillano y no sevillano que era conocido en el barrio como activista de izquierdas o afiliados a sindicatos (esos que no traen nada bueno), utilizaban como coartada para demostrar su pertenencia a una Cofradía y "exhibirse" como nazareno, que si se dais cuenta hoy también hay tela de estos.
Muchísimas gente acudían a los templos más conocidos del centro de la Ciudad cuando nunca habían pisado una Iglesia, y todo porque en ellas escuchaba misa su amo, para que lo entiendan, su jefe, y que este fuera testigo de que estos eran personas de bien y poder beneficiarse de solicitar un trabajo o seguir en el puesto que ocupaban sin tener ningún problema, estando siempre bajo la protección de su AMO O JEFE.
Muchísimas gente acudían a los templos más conocidos del centro de la Ciudad cuando nunca habían pisado una Iglesia, y todo porque en ellas escuchaba misa su amo, para que lo entiendan, su jefe, y que este fuera testigo de que estos eran personas de bien y poder beneficiarse de solicitar un trabajo o seguir en el puesto que ocupaban sin tener ningún problema, estando siempre bajo la protección de su AMO O JEFE.
Foto de 1939, donde vemos al general Quipo de Llano presidiendo el paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, sacado en procesión al término de la Guerra el 7 de Mayo.
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