Y escucho.

Y escucho Francia o veo su Bandera y me estremezco por lo  ocurrido, algo que por muchas oraciones o condolencias que tengamos esos Ángeles caídos en manos de terroristas sin escrúpulos no volverán jamás.

 No es justo que alguien salga cualquier día y ya no vuelva más a su casa. No es justo salir asustado por amenazas de cobardes. No es justo que ninguna nación tenga que soportar atentados sinsentidos de fanáticos. No es justo irte de la vida sin quererlo, no es justo aguantar más ningún atentado. No es justo, no lo es que se hayan ido tantos Ángeles de París y hayan dejado ese terrorífico vacío en sus familias por esos indeseables terroristas, no lo es.

Desde aquí mando un beso a la Bandera de Francia, y a todo su pueblo un abrazo.

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