Al lejos vi a un hombre desde el bar donde me encontraba con una cerveza viendo pasar la vida de lado a lado como si borracho viniera, entre calles estrechas y espadañas con campanas que para este buen hombre le sonarían a agonía y muerte lenta.
Hombre que se acercó y me pregunto la hora y se la dije, contándome ya de paso que no sabía a donde acudir para salir de su terrorífica situación, una situación creada y sufrida por culpa de nuestra sociedad, preguntándole yo si se encontraba bien por como lo había visto venir y contestándome el hombre golpeado por la vida que si, que no me preocupara, que venía como mareado por no poder ya con la carga que en su cabeza llevaba.
Por estas cosas que se ven, no juzguen a primera vista. No todos los que así van por la vida drogados ni borrachos están, simplemente son personas buenas convertidas en zombies por el poder, ese maldito poder.
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