Nadie.


Nadie ha existido como Él, todo un revolucionario para hacer el bien y no el mal como hoy muchísimos lo hacen.

 El hijo de María y José el carpintero defendió y entérense, a los pobres, a los pecadores y marginados, los que hoy en este mundo  nada  tienen que ver con lo que Él defendió  y predicó porque seguimos mirando hacia otro lado.

 La historia igual que ante es la misma, simplemente cambian las fechas. Pero igual. Quedémosnos con su humildad, la del Señor de la Sentencia, tan venerado y querido y muy poco imitado en sus acciones, unas acciones que solo los limpios de corazón y alma podrán imitarlo.

Y para terminar decir, que se de sobra que todavía quedan gente buena, muy buena, a las que nos deberíamos de unir para hacer un mundo mejor.

Foto de Pasión Gitana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario