La Capilla de San Laureano de la Catedral.


Tiene esta Capilla una reja de 1703, y en lo alto una bellísima vidriera realizada por Enrique Alemán en 1485, con las representaciones de Santa Catalina, Santa María Magdalena, Santa Marta y Santa Margarita. Y otra bella vidriera que se encuentra en su interior realizada por Vicente Menardo en 1572, con las representaciones de San Isidoro, San Laureano y San Leandro, siendo la decoración de sus muros costeada por el canónigo don Valentín Lampárez y Blázquez, quien dispuso que se enterrase en ella.

Tanto el retablo como las pinturas son de primero del siglo XVIII. Un retablo de dos cuerpos y con columnas salomónicas, viéndose en el primer cuerpo relieves de San Laureano en oración y la aparición del Ángel a San Laureano, y en su hornacina central la escultura en el centro del Santo que da nombre a la Capilla, que lleva ropas de Obispo.

La Capilla de San Laureano es quizás, una de las que más historia tiene de la Catedral. Pues según la tradición viene afirmando que la Capilla fue parte arquitectónica de la Catedral que primero se construyó y la primera que se terminó, celebrándose ya en 1412 culto en ella. Se encuentra enterrado en esta Capilla desde 1417 el Arzobispo don Alonso de Egea, y en el centro del muro frontero un sepulcro perteneciente al Cardenal don Joaquín Lluch y Garriga, que falleció en 1882 y está realizado en mármol en 1885 por el escultor Agapito.

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