Fue en 1747, cuando un indiano muy rico vivía en la calle Aceite de Sevilla, el cual poseía una gran riqueza que hizo que la maldad y codicia igual que hoy en muchas personas planearan el modo de apoderarse de su fortuna.
Y como la mente en muchos cuando quieren algo da vueltas y vueltas hasta conseguirlo, pues un grupo de delincuentes se hicieron pasar por comisarios y ministros del Santo Oficio de la Inquisición con su escudo y hábito incluido, los cuales cogieron el 13 de Enero del año antes citado un coche en las Gradas de la Catedral y se presentaron en la casa exponiendo que iban a evacuar una diligencia secreta de orden del Tribunal, quedando éstos con el dueño de la casa y este asustado por la Inquisición entrego todas sus llaves.
Pasado un rato de estar en la casa los que se hacían pasar por comisarios y ministro del Santo Oficio de la Inquisición, empezaron a sacar delante del dueño su fortuna mientras le ataron y encerraron igual que a su familia. Estos maleantes cuando salieron con el dinero ya no estaba esperándolo en la puerta el coche, estaban otros delincuente iguales y cómplices que se llevaron el dinero sin ser nunca descubierto, por lo que vemos nada ha cambiado, antes igual que hoy esta clase de delincuente siempre existieron.
Foto de Ayala.
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