En una caseta


En una caseta ayer de señoritos caciques muy pero que muy hijos de putas, un energúmeno diciéndole al señor camarero, que le echara más  Rioja en la copa (vamos la botella entera). 

Luego hablando a dos guarras que llevaba de compañía, que el señor camarero no le había cobrado y que si no se daba cuenta pues del carajo.
Nos damos cuenta y a la vez no queremos todavía comprender, que mientras en esta caciquil Andalucía existan cabrones como este señor nunca avanzaremos en nada. Sólo lo haremos en agachar la cabeza y a decir si a todo a muchísimos sinvergüenzas de esta calaña que no respetan ni pagan a nadie. Pero si humillan y desprestiguian a cualquier trabajador que cumple correctamente en su sitio. 

Espero que algún día no muy lejano, Andalucía y sobre todo los Andaluces, despierten y le den un guantazo a mano abierta a unos de estos monstruos terratenientes que se siguen creyendo dueño hasta de usted mismo.

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