Como diría cualquiera o alguien, el calor es muy malo en el cerebro de muchas personas, hasta en el mío. Pero en algunos ya es que el daño los vuelve monstruos de la calumnia como es el ejemplo de lo que le está pasando a don Antonio Santiago. Capataz con mayúsculas y de un tiempo aquí, apaleado por muchos cofrades que un día le dieron más de una palmadita en la espalda.
Ni lo sé ni lo quiero saber lo que tienen con este señor Capataz con mayúscula le pese a quien le pese. Lo único que pido es por favor un poco de respeto hacia su persona y que no se inventen más cosas sobre este hombre, que junto a su padre desde que empezó en el Mundo del Costal marco un antes y un después.
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